Según informo el prestigioso diario The Guardian los apicultores alquilan colonias de abejas para que polinicen “mega-granjas” productoras de almendras en Estados Unidos, lo que dejaría en un segundo plano el habitad y la producción de miel de las abejas.
La producción de leche de almendras creció 250% en los últimos cinco años, recalca la nota. La zona de Central Valley es responsable de más del 80% del suministro mundial de almendras. Por este motivo vender miel es mucho menos lucrativo que alquilar sus colonias de abejas a mega granjas.
A pesar de que el negocio pareciera a simple vista que no perjudica a nadie, estos insectos, vitales para el sustento del planeta, necesitan desarrollarse en “entornos biodiversos” y al utilizarlos para dicha industria son “obligados” a polinizar sólo monocultivos, lo que afectaría su bienestar.
“La producción de esta bebida vegetal se está convirtiendo en un problema para estos insectos”, aseguró Dennis Arp, apicultor experto de Estados Unidos. También le aseguró al diario que, la primera vez que alquiló sus colmenas, tenía una gran producción de miel y, entre ellas, había obtenido un aumento significativo de integrantes, pero al prestarlas perdió demasiadas a causa del varroa destructor, un ácaro parásito, que ataca de forma directa su sistema inmunológico y las devora.
Los apicultores creen que la alta tasa de mortalidad entre las abejas que polinizan los almendros se debe, en parte, a las enormes cantidades de pesticidas utilizados en el cultivo, más que en cualquier otro cultivo de California.
Además la polinización de las almendras es muy exigente para las abejas, quienes deben despertar de su periodo de latencia invernal, uno o dos meses antes de lo habitual para comenzar a trabajar. Las abejas se organizan por áreas geográficas, algo que facilita la propagación de enfermedades entre ellas.
“Los cultivos masivos de almendras exponen a las abejas a pesticidas, enfermedades producidas por parásitos y a un habitad limitado”, detalló el experto.
Entre 2018 y 2019 murieron en pocos meses al menos 50 mil millones de abejas, es decir, que se están perdiendo más de estos insectos en Estados Unidos, que los animales criados para alimentar a las personas (como vacas, gallinas y peces).
A pesar que el negocio de almendras continúa en aumento, actualmente se conoce el riesgo que conlleva que continúe la producción; lo que se convierte en una contradicción, pues el entorno no es seguro para las abejas y en algún momento se presentará un riesgo de extinción, no sólo para las abejas sino también para la industria.