En Mendoza los productores de durazno ya están “arrancando” la fruta porque aseguran que no vale nada. Los bajos precios, los atrasos en los pagos y la falta de valores de referencia se sumaron a la caída del stock por las heladas y el granizo de la última campaña.
Todo eso fue un cocktail letal para la actividad regional, con productores que abandonan en quiebra y otros que exigen que el gobierno provincial se meta en el conflicto para regular los precios que paga la industria. Al mismo tiempo, en las góndolas los valores suben e impactan en el bolsillo del consumidor.
“Lo único que pedimos es que se acorte el plazo de los pagos, que logremos tener precios de referencia”, le dijo a Infocampo el productor Pedro Manzano, de Tunuyán, donde se produce la mayor cantidad de duraznos de industria.
Manzano explicó que actualmente el kilo para industria se paga $11 según las cifras “oficiales”, aunque suelen ofrecer entre $14 y $16 a abonar en varios meses. No obstante, de acuerdo a sus cálculos, este año un durazno de industria de buena calidad debería valer US$ 0,35, y uno de segunda, US$ 0,25. “¿Por qué decimos dólar? Porque las tarifas, el gasoil, los agroquímicos y muchos insumos más están dolarizados. Entonces si ellos se demoran en pagar, que lo hagan, nosotros queremos cobrar en precio dólar y no en pesos como siempre nos hacen, y cuando ellos quieren”, aseveró.
La crisis no es nueva: los productores de Mendoza arrastran el problema desde hace tiempo. En 2019, arrancaron el año con protestas a la vera de las rutas y regalando fruta a los transeúntes. En esta temporada, la falta de agua tampoco ayudó y salieron “duraznos chicos” que se pagan menos.
“La situación fue y es lamentable. Detrás de los productores hay mucha gente trabajando, tenemos mano de obra intensiva que depende de cada uno de nosotros. Las economías regionales están muertas, y las fábricas y el gobierno con políticas de no meterse a mediar se siguen aprovechando del productor: quieren que hagamos leña de durazno, y no durazno en lata”, lamentó Manzano.
En números, en la campaña 2019/20 la producción pasó de 40 mil kilos por hectárea a 20 mil, debido a las adversidades climáticas. En relación al año pasado, se alcanzó apenas el 55% de la producción.
“No vamos a poder afrontar fácil otro año”
Manzano asegura que existe un “gran monopolio” que se concentra en dos grandes fábricas de Mendoza que son las formadoras de precio. “Lo que ellos dicen es lo que los pequeños fabriqueros hacen“, remarcó, y subrayó que con los valores que rigen en la actualidad los productores chicos no pueden salir “ni siquiera empatados”.
“El consumidor está pagando locuras por una lata de duraznos, y nosotros no vemos el beneficio en ningún momento”, se quejó.
En ese sentido, lo que reclaman los frutícolas mendocinos son políticas de Estado y créditos para invertir en sus fincas. Según afirman, no alcanza con lo que ofrece el Ejecutivo provincial, que además pide “muchos papeles” para dar financiamiento.
“Nosotros no nos vamos a Miami de vacaciones como muchos piensan: cuando ganamos, ponemos riego por goteo, pagamos mejores sueldos y colocamos tela antigranizo, ya que en Mendoza la lucha antigranizo no funciona porque compran aviones y funcionan cuando la tormenta ya pasó…”, destacan.