En las últimas horas, un informe del IPCVA reveló que la carne vacuna aumentó casi 10% en noviembre en relación a octubre y 55,5% en comparación con igual período del año pasado. Pero las subas no se detendrían ahí: los frigoríficos ya adelantaron que es “inevitable y necesario” un nuevo incremento de precios.
Brasil, según demuestran las estadísticas, la situación es similar. De acuerdo al último informe del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el mes pasado la inflación ascendió 0,51% presionada por el precio de la carne vacuna, que aumentó 8%.
El país vecino tuvo en noviembre la mayor inflación para ese mes desde 2015, cuando alcanzó el 1,01%, un número muy diferente del que registró en igual período de 2018 con el -0,21%. En términos anuales, en tanto, la inflación se sitúa en el 3,27%, por debajo del 4,5% que fijó el Gobierno como meta.
En ese marco, los alimentos y bebidas mostraron alzas del 0,72%, donde la carne se disparó con el 8,09% por las crecientes exportaciones a China, que le compra el 41% del volumen total que produce.
Para la Asociación Brasileña de Plantas de Carne Bovina (Abrafrigo, en sus siglas en portugués), el fortalecimiento del dólar también influyó, al igual que la cercanía con las fiestas de fin de año.