La suba del dólar de los últimos meses impactó de lleno en el consumo de lácteos. De hecho, la cantidad de litros por persona por año pasó a 180 litros, lo que representa una baja de 10 litros en relación a agosto del año pasado.
Los datos le pertenecen a Jorge Giraudo, director del Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA), quien remarcó que estos números se posicionan en niveles de 2003.
“Mirando hacia atrás, es difícil encontrar un valor tan bajo como este“, analizó Giraudo en declaraciones a la radio local Nihuil. Según el experto, esto se debe fundamentalmente a una caída en el consumo de los lácteos de mayor valor agregado, concretamente de leches en cartón, leches saborizadas, quesos procesados, yogures, flanes y postres, que son los de mayor precio.
En cambio, aseguró que todavía se mantiene o descendió sólo un poco el consumo de las leches fluidas en sachet o quesos básicos, como el cremoso, cuartirolo o barra.
“El precio del litro de leche que se le paga al productor subió 100%, con lo cual eso impacta en el 56% de los costos industriales. La mayoría de los insumos son en dólares, y con 24% de devaluación se trasladaron al precio en góndola”, señaló Giraudo.
En cuanto a las exportaciones, explicó que no impactan en este caso. “Argentina tradicionalmente exporta el 20% de lo que produce, y este año al mes de agosto acumulado, las exportaciones estaban 12% por debajo del año pasado”, dijo.
“Eso va en beneficio de la oferta doméstica. No es culpa de la exportación que haya suba de precios. Los inconvenientes de la exportación tienen que ver con los precios internacionales no son los mejores, principalmente en leche en polvo, que es nuestro fuerte. Además, el tipo de cambio efectivo de exportación es de $51, un valor no tan atractivo”, cerró.