La Nación junto con la provincia jujeña lanzaron un plan estratégico de Gestión Forestal de la Cuenca de Caimancito, que abarcará un área de unas 150.000 hectáreas y tiene como objetivo mejorar de manera sustentable la economía del sector.
Se trata de un programa de trabajo que apunta a posicionar a Caimancito – ubicada a 135 kilómetros de la capital provincial- como un polo forestal dinámico, competitivo y adaptado a la economía local. El plan se anunció en la Casa de Gobierno provincial, ante autoridades de la Dirección Nacional de Bosques y de Desarrollo Foresto Industrial.
“Es un gran logro haber plasmado este plan, en una articulación interinstitucional y en el marco de la correcta aplicación de Ley de Bosques”, expresó la directora nacional del área, Mercedes Borrás.
Asimismo, Borrás agregó que esperan que “sea promotor de desarrollo sustentable, generador de empleo, de bienestar social, de arraigo de las comunidades y de agregado de valor local”, y remarcó que “tener un ejemplo en territorio de lo que se llama una planificación forestal a nivel de cuencas es sumamente valioso”.
En la cuenca, que abarca la mitad de los bosques de Jujuy, se hallan 17 aserraderos y 130 carpinterías, que generan unos 561 puestos de trabajo, con una demanda de 11.000 m³ por año y producen ingresos por $106 millones anuales, según un diagnóstico elaborado en 2017.
Jujuy hace muchas décadas que tiene cultura en la actividad forestal. “Lo que pretendemos que el producto final cuente con valor agregado, y se comercialice al precio justo, para que sea una actividad perdurable en el tiempo”, resumió Laharrague.
Con respecto a la Ley de Bosques, unas 250 mil hectáreas de la cuenca se encuentran no degradadas y disponibles para el manejo, con una posible oferta potencial anual de entre 18 y 36.000 m³ por año.
El director nacional de Desarrollo Foresto Industrial, Nicolás Laharrague, apuntó que el trabajo forma parte del objetivo de “ir mejorando la competitividad en las distintas cuencas de las distintas regiones del país, partiendo del aprovechamiento integrado de las herramientas existentes, como son la Ley de Promoción Forestal y la de Bosques Nativos.”
En cuanto a la cadena productiva, se pretende avanzar contra la informalidad en el circuito y en la gestión del empleo, contra la pérdida de competitividad, un retroceso en el uso de la madera, sobre todo la nativa, y la dependencia comercial de Caimancito del mercado local.