Oriundo de Pehuajó, Buenos Aires, Gerardo Medina, junto a sus caballos Fantasma y Gato y, su perrita Pampa y Cielo llevan adelante una larga travesía por todo el país que ha denominado la “Gran Cabalgata Nacional”.
El primer trayecto que recorrió el hombre de 62 años fue en 2014 desde La Quiaca hasta Ushuaia, a través de 12 provincias. El año pasado realizó el trayecto cuyano, con el que unió La Rioja, San Juan, San Luis y Mendoza. Mientras que durante los primeros meses de 2019 hizo Formosa Chaco, Corrientes y Misiones.
El 17 de agosto de 2020 piensa cubrir el trayecto final para alcanzar las 23 provincias argentinas. Partirá desde Yapeyú, Corrientes, pasando por Entre Ríos y finalizará en el Obelisco de Buenos Aires.
“Me llevó 10 años hacer la logística por el país, ya que fui haciendo los distintos caminos del norte y del sur en camioneta, preguntándole a la gente si me daría una mano cuando pasara a caballo”, expresó Medina.
El 25 de mayo de 2014 partió desde La Quiaca , sin contar con demasiado apoyo de su familia.
“Mi mujer me dijo que estaba loco”, recordó Gerardo.
De todas formas realizó el viaje que finalizó en Ushuaia y le llevó 330 días.
“Cuando iba por Calafate, en Santa Cruz, me llegó un mensaje de un remitente desconocido que me decía ‘tendrías que seguir’. Y me quedó dando vueltas en la cabeza la idea de hacer todo el país completo”, contó Medina.
Así que luego de acomodar varios asuntos laborales y familiares, en 2018 volvió a las andanzas junto con sus tres animales.
Gerardo ya lleva recorridos 11.500 kilómetros a caballo y aclara que en ningún momento utilizó otro medio que no fueran sus dos fieles caballos Fantasma y Gato. “Conmigo van siempre los dos, uno montado y el otro a la par”, detalló.
También lo acompaña la perrita con nombre compuesto, Pampa y Cielo, que lo empezó a seguir en La Pampa y hoy forma parte de su familia.
“Me acompañó hasta Ushuaia. Así que la llevé al veterinario y se terminó convirtiendo en mi amiga del alma”, relató Gerardo.
Para asegurarse los víveres necesarios para cada día sin sobrecargar a sus “pingos”, a la par de él siempre va una camioneta con una cocina, una cama, alimento para él y sus animales.
“Como yo voy a caballo me siguen choferes ocasionales a quienes les voy pidiendo que me la lleven por distintos trayectos”, explicó Medina.
Una vez que finalice su gran cabalgata Gerardo tiene pensado escribir un libro con todas sus experiencias.
“Estoy escribiendo absolutamente todo, tengo historias para contar de acá hasta el cielo cien veces”, expresó Gerardo Medina con alegría.