Esta semana, productor riojano compartió un video sobre un manga de langostas que pasó por su campos. “Es una locura”, decía, mientras filmaba. Sin embargo, este año hubo más de estas situaciones en otros sitios. Un mes antes, las langostas invadieron Santiago del Estero. Desde el Senasa, explicaron que todo se originó en junio, cuando se detectó una manga proveniente desde Paraguay.
Una revisión científica realizada por la Escuela de Sostenibilidad y la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) expuso datos reveladores asociados al comportamiento de las especies de langostas y su interacción con el agrosistema.
“La biología de la langosta a menudo está vinculada a condiciones abióticas, como la temperatura y/o precipitación, alimentando la percepción de que, aparte del control activo, los humanos no son jugadores clave en la interacción del insecto sobre su entorno. Sin embargo, varios estudios han demostrado que las prácticas de gestión de la tierra como el pastoreo influyen, fuertemente, en los vínculos entre la langosta y los humanos “, indica el trabajo.
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Según el trabajo, “las interacciones de pastoreo de ganado con las 19 especies de saltamontes, actualmente consideradas langostas, descubre que el uso de la tierra tiene fuertes efectos en muchas especies de langostas”, sostiene el estudio.
Debido a que la mayoría de las langostas se originan en praderas y las cuales están expuestas a la expansión de la agricultura, la urbanización, el desarrollo energético y la desertificación, éstas pueden ser las causas de la enjambrazón y de los movimientos migratorios.
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El aumento de la presión de pastoreo y la intensidad agrícola pueden crear inadvertidamente un ambiente nutricionalmente óptimo para las langostas, a través de la degradación del suelo. Además de presentar áreas desnudas favorables para la puesta de huevos y la termorregulación, las pasturas degradados poseen un desbalance entre proteínas y carbohidratos. Esta mayor concetración de carbohidratos genera una preferencia alimentaria para el insecto, lo que sería la fuente alimentaria clave para sus migraciones.
El aumento de la presión de pastoreo crea entornos óptimos para las langostas, lo que lleva a las langostas a alcanzar densidades más altas, lo que promueve la gregarización. Esto aumenta la amplitud de la dieta, lo que lleva a daños en los cultivos extensivos.
Los enjambres de langostas y grandes daños cruzan a todos los continentes. En algunas zonas, sus perjuicios en la productividad agrícola solo es superado por el impacto de la sequía.