Desde hace un par de campañas, especialistas de diferentes instituciones (INTA, Fertilizar, Acsoja, bolsas de cereales y más), vienen haciendo hincapié en que la soja argentina, en promedio, estaba perdiendo calidad. Más cerca en el tiempo, en la última edición de Mercosoja que se realizó a principios de este mes, también hubo paneles dedicados al carácter cualitativo de la oleaginosa.
Hoy, tras haberse firmado el acuerdo entre la Argentina y China que le permite a nuestro país volver a exportar harina de soja al país asiático, y conociendo el nuevo protocolo, la calidad de la soja pasa a ser un valor fundamental para el crashing y los exportadores.
Para exportar dicho commoditie, no se podrá hacer un blend de sojas (solo se permite poroto 100% argentino), y se eleva el standar de calidad e inocuidad. En dicho marco, y con los mercados abiertos la pregunta que se impone es: ¿Pagará más la industria para conseguir una soja de calidad?
“La verdad que estamos haciendo un proceso tecnológico fuerte para mejorar el tema de la proteína, pero tenemos que sentarnos todos porque acá la industria no tiene la capacidad de solución. Hemos convocado a la industria semillera, como Don Mario y Nidera; a las cámaras arbitrales; entidades de productores; acopiadores y más instituciones para reunirnos pronto y empezar a trabajar este tema, porque va a llevar muchos años, pero necesitamos nuevos germoplasmas“, explicó Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y del Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC).
Y continuó: “La industria está dispuesta a mejorar las bonificaciones para los productores que hagan bien las cosas. China es un mercado muy demandante de mejor calidad, porque la harina de soja no solamente va a consumo animal, sino también al humano, y por eso necesitan más proteína”.
“La Argentina tiene el contenido de proteína más bajo del mundo en términos comparativos, abajo de Paraguay, Brasil, y Estados Unidos. No tenemos Ley de Semillas, pero tenemos que buscar la forma de sustituir los incentivos. Si los productores tienen mejores precios y la industria de germoplasma se anima a lanzar tecnologías en ese sentido, tal vez todos seamos ganadores y esperemos que a futuro el Congreso de la Nación solucione este tema. Pero tenemos que buscar la alternativa nosotros”, aseguró Idígoras.
Entonces… ¿Se pagará más por una soja de calidad? “Podría ser una Soja Premium para poder llegar estos mercados. El objetivo acá es entusiasmar al productor. Son 80.000 productores sojeros que hoy tienen un desincentivo para trabajar la calidad, y lo hacen en rendimientos. Pero hemos hablado con las empresas y hay germoplasma listo en materia de mayor proteína, pero tienen miedo de no cobrarlo después de lanzarlo y seguramente no lo van a hacer sino lo pueden cobrar. Tenemos que trabajar juntos para ver la manera de hacer como se hace con el maíz pisingallo, y otras variedades especiales que se trabajan con grupos de productores, cooperativas, acopios y exportadores, y se privilegia el precio“, informó el titular de CIARA-CEC.
En relación al nuevo acuerdo con China, Idígoras manifestó que “este es un acuerdo histórico en términos de acceso a mercados, esperado durante muchos años. La posibilidad de abrir el mercado chino que es el más demandante del mundo de harina de soja, es una oportunidad fenomenal para la Argentina“.
“Necesitamos pensar la soja que se nos está yendo. Como dijo el embajador de China, en términos comparativos con el año pasado, la exportación argentina de poroto de soja ha crecido 100%. Eso es una preocupación para nosotros porque queremos generar trabajo acá y no en China. Por lo tanto, la aprobación de este protocolo nos va a servir para empezar a compensar ese desfasaje que tenemos, y además para tener un mejor precio para el productor en la Argentina, porque si China va a demandar más, vamos a necesitar moler más, y por lo tanto pedir más producción y mejor precio al mercado interno“, finalizó.