La cadena de la soja se transformó en el agronegocio argentino más imporante de los últimos treinta años y esto se confirma cada día.
“Actualmente, este negocio cumple un rol fundamental en lo que es la provisión de divisas, recordemos que el campo genera 6 de cada 10 dólares que exporta el país, mientras que solo la soja representa entre 3 y 4 de esos dólares, sobre todo, en el contexto que viene sufriendo la Argentina en los últimos dos años que es la escases de dólares”, dice David Miazzo, economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), a Infocampo.
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No obstante, no solo es generación de divisas. Significa también más empleo y de actividad económica, de forma federal.
En este sentido, Miazzo rescata que la soja también es negocio firme en potencial a partir de la posibilidad de exportar valor agregado . “Estamos en condiciones de abastecer al mercado chino, ya no solo con poroto, sino también con subproductos del poroto y hasta con proteína animal, a partir del consumo de harina de soja”, subraya, como parte de la oportunidad que tienen todas las cadenas agroalimentarias.
Cuando se trata de los aspectos que hacen a ganar más competitividad en esta cadena, Miazzo cita, por sobre todo, los aspectos de la logística, los derechos de exportación y el financiamiento.