En un marco de devaluación del peso e inestabilidad cambiaria, distintos sectores de la industria salieron a recalcular costos, lo que provocó un freno en la actividad de las cadenas.
Tal es el caso de la molinería, que anunció que esperará a que la situación se “estabilice” para “poder trabajar”. La decisión impacta de lleno en la producción de pan, cuyo principal insumo es la harina, por lo que desde ese sector aseguran que habrá aumentos de precios.
“No esperamos que el dólar retroceda ni avance, sino que se estabilice para poder trabajar”, explicó el presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), Diego Cifarelli en declaraciones a la agencia Télam.
Cifarelli recordó que los costos de la molinería están dolarizados en el 90%, por lo que actualmente hay empresas que venden “con ajuste”, mientras que otras lo hacen “con remito, para saber cuánto sale la tonelada de trigo para que no haya desabastecimiento”.
Es que el 80% del costo de la harina lo representa el trigo, el 10% la energía eléctrica y otros, y el 10% restante los salarios.
En ese sentido, para la elaboración del pan se utiliza entre el 10% y el 20% de harina. Por eso, la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA) emitió un comunicado en las últimas horas en el que aseguró que “se encuentran suspendidas las ventas de los principales insumos de panadería” y advirtió que “de persistir esta situación, se agravará el problema”.
“Es inminente un reajuste de precios“, remarcaron.