El dato de que las escuelas rurales obtienen mejores resultados que las urbanas en asignaturas como lengua y matemática no es una novedad, pero despertó en el sector las ganas de visibilizar el trabajo de algunas instituciones que, en medio de grandes obstáculos, avanzan y dan el ejemplo.
Tal es el caso de Estación Mapis, una escuela ubicada a 120 kilómetros de Olavarría, en provincia de Buenos Aires, a donde se llega luego de atravesar 60 kilómetros de asfalto y 60 kilómetros de tierra desde la ciudad.
Con un total de 12 alumnos entre el nivel inicial y primario, el trabajo de las docentes es inigualable. Y ese esfuerzo les valió el premio Maestros Argentinos 2018, que reconoce la labor de distintos equipos de educadores de todo el país que hayan logrado mejoras en las trayectorias y los aprendizajes de los estudiantes.
Es que Estación Mapis no cuenta con internet, ni con luz eléctrica de alta tensión, y la señal de celular es mínima. Sin embargo, las clases se dictan igual.
“Seguimos trabajando a pesar de todas las adversidades. Las maestras nos quedamos en el colegio de lunes a viernes. Es imposible venir y volver todos los días, tanto físicamente – son dos horas por viaje; en total, cuatro por día– como económicamente“, le contó a Infocampo la directora, Silvana Absurdo.
Las familias de los alumnos son empleados de campo, y algunos recorren hasta 20 kilómetros para llevarlos a la escuela.
Absurdo remarcó que, durante el horario de clases, las mamás de los chicos los esperan en el SUM, por lo cual piden a la Secretaría de Cultura que envíe talleres para ellas, aunque actualmente tienen yoga.
“Los chicos son muy educados, son hermosos, respetuosos y cariñosos. Siempre intentamos enseñar desde el entusiasmo y la creatividad, y también involucrando a la comunidad, ofreciendo talleres, cursos, jornadas para compartir proyectos”, expresó Absurdo.
Las imágenes de Estación Mapis