Foto: Bolsa de Cereales de Buenos Aires
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires realizó el lanzamiento de la Campaña Fina 2019/2020 y estimó un aumento de 200.000 hectáreas (6,4 MHa) en relación al área nacional que se trabajará con trigo, y mantuvo el mismo número para el caso de la cebada en 1 MHa.
De acompañar las condiciones meteorológicas, la proyección de la Bolsa marca que la nueva campaña de inverno sería un nuevo récord productivo de 20,6 millones de toneladas de trigo, acompaña por la cebada en 4 MTn. Los números representan un aumento interanual de 8,4% para el trigo y de +6% para al combo trigo-cebada.
En relación a la tecnología que esos números demandarían, Infocampo entrevistó a la analista de Investigación y Prospectiva Tecnológica de la BCBA, Sofía Gayo, quien explicó que “en principio vemos que para la campaña 2019/2020 es un incremento en los principales insumos para los cereales, por sobre todo fertilizantes y fungicidas. Estimamos que para el caso de la nutrición que el uso aumente entre un 4 y 7%; y para el cuidado, el número se ubica entre un 3 y 5% más. Esto significa directamente más inversión”.
“Con el aumento del área sembrada vemos que se está utilizando más fertilizantes, pero no sólo por mayor cantidad en una zona determinada, sino también, por aumento de superficies. Pero quizás, el dato más importante es que se están empezando a instalar algunos especialities que demuestran una mayor inversión. Son productos más caros y eficientes que tienen más tecnología”, detalló la especialista.
Por el lado de los fungicidas, la relación es parecida: “Hace unos años era una novedad el uso de las estrobirulinas y triazoles combinados. Estaba atado más con un alto nivel de tecnología aplicada, pero hoy en día en nuestros relevamientos ya notamos que se comenzó a utilizar en otros segmentos medios y bajos con el correr de las campañas. Para el caso de las carboxamidas, el uso aún sigue siendo para productores más tecnificados”, indicó Gayo.
Y concluyó: “Hay más semillas, más fertilizantes, más fungicidas y eso es un impulso que trajo el trigo. Al productor argentino le gusta usar tecnología, pero muchas veces la coyuntura no se lo permite”.