De acuerdo a estos datos, informaron desde Télam que desde 1970 la extracción de materiales es tres veces mayor mientras que la población mundial se duplicó y se estima que para 2050 llegue a los 9.300 millones de habitantes.
Según se informó hoy en la IV Asamblea de Medio Ambiente de la ONU (UNEA-4), la consecuencia es la pérdida del 90% de la biodiversidad y la generación de la mitad de los impactos climáticos.
“Si no se tienen en cuenta los recursos, será muy difícil lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS, de la ONU). Podemos hacerlo mejor, pero tenemos que emprender acciones pronto y de manera contundente”, señaló Bruno Oberle, autor del informe y académico en la Ecole Polytechnique Federale de Lausanne (EPFL) de Suiza, según consignó la agencia EFE.
Asimismo, las conclusiones del informe fueron presentadas como parte de UNEA-4, un evento del que participan representantes de 193 países, incluidos jefes de Estado y ministros, y en los que se discute soluciones para temas como el plástico, los residuos, los químicos, la contaminación o el derecho medioambiental.
“En un mundo en el que todos estamos conectados, nuestras responsabilidades aumentan y el enfoque en los recursos es crucial”, explicó Janez Potocnik, portavoz del Panel Internacional de los Recursos.
ONU Medio Ambiente está formado por un grupo científico de expertos, auspiciado por el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) y su objetivo es ayudar a las naciones a utilizar sus recursos naturales de una manera sostenible, sin comprometer el crecimiento económico y las necesidades humanas.
También se enfatizó que el modelo actual del uso de recursos supone un “impacto negativo en el medioambiente y la salud humana“.
En el informe se subraya cómo los beneficios económicos de la explotación de recursos se reparten de manera desigual entre países y regiones, elevando la desigualdad entre naciones ricas y otras en desarrollo.
Además del diagnóstico, Oberle propuso algunas alternativas para avanzar hacia un proceso de inversión, como encarecer el costo de los recursos naturales aplicando impuestos a su explotación o a la emisión de CO2.
Por último, la Asamblea de la ONU para el Medioambiente es el máximo órgano de toma de decisiones sobre temas medioambientales en todo el mundo, y se reúne cada dos años para establecer las prioridades para políticas globales y desarrollar el derecho ambiental internacional.