En el marco de la crisis que atraviesan productores vitivinícolas de Mendoza por los altos costos y el sobre stock, Coninagro expresó su preocupación por la vendimia y aseguró que la situación “amenaza con frustrar la cosecha de vid” que se inició recientemente en la provincia.
“El productor independiente no está encontrando establecimientos donde ubicar su uva. Esta labor es la de mayor peso relativo en los costos del ciclo productivo. Para un productor de uva tinta común, levantar la cosecha con asistencia crediticia pasa a representar el 28% de los costos de producción y, para uno de vino blanco, el 31% de los valores de producción”, explicó la entidad.
Ante este escenario, Coninagro propuso “un trabajo en conjunto público-privado” para ayudar al productor pequeño y mediano y a las pequeñas bodegas.
“Una alternativa es impulsar métodos de asociativismo, defender a ese pequeño y mediano productor para producir en escala y que pueda defender el precio de su producto”, detalló en un comunicado.
Según Carlos Iannizzotto, presidente de la entidad, “la percepción que hay en el ambiente productivo es de desaliento, ya que varias bodegas no recibirán uva y hay un porcentaje muy alto de productores sin destino”. A eso se suman la “constante caída del consumo”, lo que provocó un “sobre stock vínico que amenaza con disminuir aún más los precios que ya bajaron con respecto a 2018”.
“Sería un duro golpe para Mendoza que pequeñas bodegas cierren, y que estos factores que acorralan al productor y lo dejan sin alternativas, lo lleven a dejar la uva en el parral, el ajo en las chacras o la fruta en la planta perdiendo todo el trabajo del año, las inversiones y los costos afrontados”, lamentó Iannizzotto.