Apenas nació, su madre la dejó, y pese a su tamaño de un perro mediano pudo criarse junto al rodeo y crecer hasta alcanzar un peso “normal”.
Es la historia de “Mili”, la ternerita guacha que ya tiene dos años y parece un ternero de cinco meses, según le contó a Infocampo una familiar de su dueño, un productor de Gualeguaychú, Entre Ríos.
“Se llama Mili porque fue un milagro“, aseguró la joven, quien comparó al animal con el caso de “Tito”, un ternero que nació con 7 kilos en Carrilobo, Córdoba.
Lo cierto es que actualmente “Mili” se desenvuelve sin complicaciones, y cuando la ven, muchos creen que es una más.
“Hoy en día está a campo junto con el rodeo y el que no la conoce se confunde con un ternero normal de cualquier vaca, siendo que ya tiene dos años”, confesaron desde su entorno.
Las imágenes del crecimiento de “Mili”