Foto: SLT-FAUBA
En el Delta del Paraná, una región de gran importancia forestal, la avispa sierra —o Nematus oligospilus— es una plaga exclusiva del cultivo de sauce. Aproximadamente, una vez por década provoca cuantiosos daños económicos a los productores. Investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) hallaron, por primera vez para la ciencia, qué compuestos químicos de los sauces podrían atraer a estos insectos y estimularlos, o no, a poner sus huevos en las hojas. Los resultados serían aplicables en el mejoramiento genético de estos árboles, informó el Servicio de Prensa y Divulgación Científica “Sobre la Tierra”.
“En el Delta, más o menos cada 10 años tienen lugar brotes de avispas sierra, con daños graves a la producción forestal. Por eso decidimos estudiar cómo es que estos insectos especialistas se orientan hacia los sauces. Elegimos como modelo dos especies contrastantes: una de las más dañadas en el campo, Salix nigra —llamada también sauce negro— y otra que prácticamente no es dañada, Salix viminalis —o mimbre macollado amarillo—. Para el trabajo nos apoyamos en conocimientos de química y del comportamiento de la avispa”, explicó Patricia Fernández, docente e investigadora del INTA y de la cátedra de Química de las Biomoléculas de la FAUBA.
Patricia, quien también es investigadora del Conicet, señaló que en un primer experimento, publicado en la revista Ecological Entomology, se encontró que las hembras de N. oligospilus preferían en más de un 95% oviponer en las hojas del sauce negro antes que en las del mimbre macollado amarillo. Al evaluar la cantidad de huevos en cada especie de sauce —como indicador de fecundidad—, se vio que la avispa sierra depositaba 8,4 veces más huevos en S. nigra, en comparación con S. viminalis. Eso demostró que el daño que se observa en el campo depende directamente de la preferencia de oviposición de la hembra, detalla la publicación de SLT-FAUBA.
“Sin embargo —añadió la investigadora—, nos resultó llamativo que cuando las hembras oviponen sobre el mimbre macollado amarillo, algo poco frecuente, las larvas que emergen crecen más y se desarrollan más rápido en comparación con el sauce negro. Son casi un 8% más pesadas. Esto se debería a que las hojas del mimbre macollado amarillo poseen más nitrógeno que las del sauce negro. Son más nutritivas para las larvas”.
“Los resultados demuestran que el genotipo, es decir, la especie de sauce, define no sólo la preferencia de la avispa sierra para oviponer, sino también la cantidad de huevos que deposita y el vigor posterior de las larvas. Entonces pasamos a preguntarnos ¿por qué N. oligospilus prefiere al sauce negro?”