Cerca de 260 becarios del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) reclaman aumentos salariales y el pago de bonos atrasados, aportes previsionales y aguinaldos, además de una equiparación con la remuneración de los empleados de planta permanente y no permanente.
“En este momento, el INTA se encuentra en una situación de ajuste y desfinanciamiento general, lo
cual repercute sobre nuestro trabajo, afectando a las actividades de investigación, extensión,
funcionamiento y mantenimiento de la institución e impactando directamente sobre nuestro
estipendio”, señalaron los trabajadores en una carta oficial que enviaron a Infocampo.
En ese sentido, remarcaron que en la actualidad no cuentan con aportes previsionales ni recibo de sueldo, en tanto que tampoco cobran el Sueldo Anual Complementario (SAC o aguinaldo). A su vez, indicaron que el 15% de aumento en tres cuotas que se acordó en julio pasado en el marco de la paritaria nacional para todos los estatales “no se formalizó”, sino que “figura bajo la forma de suma extraordinaria”, y que solamente se otorgaron subas en octubre y noviembre.
Por otra parte, los becarios aseguraron que aún les adeudan el pago de la cláusula gatillo correspondiente a 2017, que establecía que los estatales recibirían cuatro tramos iguales de 1,2%, en marzo, abril, mayo y junio, aplicables sobre el salario de mayo de ese año. “Si bien estos incrementos alcanzan formalmente sólo a los trabajadores bajo las modalidades de Planta Permanente y Planta No Permanente, es de destacar que en nuestra institución los becarios siempre han recibido los incrementos signados en las paritarias para los trabajadores estatales”, sostuvieron, y afirmaron que pese a los diferentes reclamos que realizaron ante las autoridades nacionales no recibieron ninguna respuesta escrita.
“Somos profesionales de distintas disciplinas que nos incorporamos a la institución a través de concursos públicos de antecedentes, con el fin de formarnos en áreas estratégicas de interés y prioridad, tanto para el INTA como para la Argentina, relacionadas al ámbito de las ciencias agropecuarias, agroalimentarias, agroindustriales, socioeconómicas y todas aquellas disciplinas afines. Aparte de la actividad académica inherente a nuestra formación, realizamos diversas tareas vinculadas a proyectos institucionales”, aclararon, y agregaron que el presupuesto asociado a su formación “se vio muy deteriorado por la inflación y las sucesivas devaluaciones“.
Por último, los empleados garantizaron que buscan “continuar fortaleciendo el desarrollo del sector agropecuario en todas sus escalas, como sector clave en el desarrollo de nuestro país”.
