Los productores podrían tener importantes mermas de rendimiento este año si aplican con el conocimiento de las campañas anteriores.
Es que asesores del sector aseguran que ya comenzaron a detectar signos a campo de la presencia de plagas en estadíos tempranos de cultivos del maíz e incluso en el fin de ciclo del girasol y del trigo, por lo que afirman que esto podría anticipar un año con mayores problemas de plagas.
“En los últimos días se viene detectando la aparición o presencia prematura de algunas plagas en cultivos de verano y en la última etapa de los de invierno, que están anticipando un año diferente comparado con anteriores”, adelantó el ingeniero agrónomo Francisco Francioni, gerente de Insecticidas de FMC para el Cono Sur.
Entre los problemas detectados, Francioni mencionó chinches en trigo próximo a cosecharse, alta presencia de oruga militar y oruga desgranadora en Entre Ríos que causó daños en hoja bandera (la que más aporta al rendimiento del cultivo).
También se detectó presencia de orugas cortadoras en la zona endémica (oeste de Buenos Aires y La Pampa) e incluso la presión llegó al sur de Córdoba. Por otro lado, ya en Entre Ríos y centro norte de Santa Fe, donde se sembraron maíces tempranos, hay daños de oruga cogollera (Spodoptera frugiperda).
Otro dato que alerta es la presencia de oruga bolillera en leguminosas de invierno como arvejas y garbanzos (zonas aledañas a Rosario), al tiempo que en el centro norte de Córdoba se detectó bolillera.
“Este panorama general nos hace presumir que puede existir un año más complicado con mayor presencia de plagas en los cultivos de verano (maíz y soja). En la región NEA, el cultivo de girasol está con una importante presencia de orugas medidoras y falsas medidoras que han tomado por sorpresa al productor, ya que años anteriores la presencia de esta fue más leve”, explicó Francioni.
En cierta medida, el clima pudo haber tenido que ver. “Con un invierno bastante más frío y seco de lo que se venía registrando, las poblaciones de plagas tienden a concentrarse, con lo cual se registran picos de presencia mayores de lo normal”, dijo el especialista de FMC, y alertó: “Eso hace que el productor se confíe y llegue tarde, acción que impacta directamente en el rendimiento porque la plaga actúa como reductora del rendimiento potencial”.
Por toda esta realidad, Francioni aconseja estar muy cerca del cultivo con monitoreos periódicos y semanales para tomar a tiempo las problemáticas. “Hoy los productos de persistencia nos permiten intervenir en el momento óptimo. En el caso de FMC, productos de excelencia como Coragen® -específico para lepidópteros- ayudan a proteger el cultivo de plagas de forma anticipada, sin permitir que la misma llegue a umbrales altos o que exceda una determinada cantidad de orugas por metros”.
En el caso de las orugas cortadoras, FMC recomienda aplicar Mustang®, un insecticida específico para suelos, indicado especialmente para el control de cortadoras y chinche de los cuernos, con una formulación específica (emulsión de aceite en agua, EW) que le permite traspasar el rastrojo.