Foto: CyTA
Se llama HrpE y tras una investigación llevada a cabo por científicos de Rosario, se descubrió que esta proteína desarrolla respuestas inmunes en las plantas, lo cual podría favorecer el desarrollo de estrategias de control
La proteína es utilizada por las bacterias como la aguja de una inyección para infectar cítricos, tomates, pimientos y otros cultivos.
La proteína bacteriana se llama HrpE y está presente en patógenos del género Xanthomonas, cuyas variedades provocan enfermedades en distintos cultivos de importancia económica. Los investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR), dependiente del CONICET y de la Universidad Nacional de Rosario, también identificaron la proteína de la planta que interactúa con HrpE y desencadena una respuesta del sistema inmune vegetal para defenderse del ataque microbiano, detalla la publicación de la Agencia CyTA-Fundación Leloir.
“Conocer a nivel molecular la interacción que se produce entre las plantas y los microorganismos capaces de generarles enfermedades abre caminos para el desarrollo de plantas resistentes a plagas que provocan enormes pérdidas económicas”, indicaron las directoras del estudio, las doctoras Jorgelina Ottado y Natalia Gottig, a cargo del Laboratorio en el IBR.
Para llegar a esos hallazgos los científicos aislaron proteínas HrpE de un patógeno de los cítricos (Xanthomonas citri subsp. citri) y las inocularon en una planta muy usada en estudio de fisiología vegetal, Arabidopsis thaliana. Los análisis moleculares revelaron que HrpE interactúa con una proteína de una familia conocida como “CsGRP”, y que resulta crucial para activar la respuesta inmune: cuando los investigadores inhibieron al gen que dirige su producción, las plantas fueron incapaces de defenderse.
“El conocimiento de estos mecanismos y otros más por dilucidar allanan el camino para el desarrollo futuro de cultivos resistentes a plagas con la consiguiente disminución del uso de agroquímicos perjudiciales para el ambiente’”, puntualizó Gottig a la Agencia CyTA-Fundación Leloir.
El hallazgo fue publicado en la revista Scientific Reports. Y otros autores del estudio son Cecilia Vranych, Germán Sgro y Ainelén Piazza, también investigadores del IBR.