El Ministerio de Industrias Primarias de Nueva Zelanda aprobó el certificado para que Argentina exporte bilis bovina para uso farmacéutico hacia ese destino.
Así lo informó el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que mantuvo negociaciones durante cuatro meses y avanzó en conjunto con la Secretaría de Comercio Exterior del Ministerio de Producción y Trabajo para lograr la apertura del mercado.
“Se trata de un producto que no entraña riesgo por lo que no hizo falta que viniera una auditoría neozelandesa a la Argentina”, explicó el Senasa en forma oficial.
La bilis bovina se utiliza para elaborar medicamentos de uso humano y animal y se considera un insumo 100% de valor agregado. Su exportación implica un doble beneficio, dado que, por un lado, genera divisas para el país y, por el otro, reduce el desperdicio y el costo de manejo de residuos.
Mientras Nueva Zelanda es el cuarto importador mundial de bilis – que se vende a un precio de US$ 25.872 por unidad -, Argentina ocupa el puesto 12 como proveedor agroindustrial de ese país, con una balanza comercial superavitaria para nuestra nación.