El carbunclo se trata de una enfermedad causada por una bacteria, el Bacillus anthracis, que se transmite de los animales al hombre pero que no se contagia entre personas enfermas o convalecientes.
Se caracteriza por muerte súbita del animal con perdidas de sangre no coagulada a través de los orificios naturales del animal, como por ejemplo boca, ano y fosas nasales.
Con la sangre y las heces, se eliminan los esporos que quedan en el suelo y de este modo son ingeridos por otros rumiantes al alimentarse. Estos esporos son resistentes a factores ambientales (físicos y químicos), logrando persistir varios años en el suelo sin dejar de ser viables.
La supervivencia de los esporos está favorecida por los suelos ricos en calcio y nitratos, suelos mal drenados, con pH neutro o ligeramente alcalinos.
Ante la detección de casos o sospecha de enfermedad, debe notificarse a la oficina del Senasa más cercana para la implementación de las medidas de control y prevención apropiadas: la vacunación de todo el ganado considerado en riesgo, deposición segura de los restos de animales muertos, e indicación de las medidas de protección para las personas que trabajen en contacto con animales.
Debido a la difícil contención de la enfermedad, se recomienda la vacunación anual del ganado en los establecimientos agropecuarios con antecedentes de carbunclo, así como usar siempre guantes para las tareas de campo y no compartir los cuchillos que se emplean para los trabajos con los animales y en la casa.
Al ser una enfermedad zoonótica, el hombre se contagia cuando manipulan animales enfermos o sus restos.
El Senasa informó tres formas en que el hombre puede infectarse:
• Al consumir carne de animales enfermos (carbunclo digestivo o intestinal)
• Al inhalar esporos dispersos en el medio ambiente (carbunclo respiratorio o pulmonar)
• Penetración de los esporos a través de heridas en la piel (carbunclo dérmico).
PREVENCIÓN
– Ante la sospecha de muerte por carbunclo, no cuerear ni mover los animales, llamando al veterinario para hacer un buen diagnóstico o dirigirse a
– No quemar los cadáveres debido a que provoca la diseminación de esporos y el contagio por vía aerógena. En lo posible, enterrar los animales muertos y colocar cal viva para su destrucción.
– Consumir productos cárnicos provenientes de frigoríficos o mataderos habilitados y fiscalizados por personal veterinario.
– Vacunación anual de bovinos de 6 meses a 2 años en la primavera, luego repetir anualmente. La inmunidad se da después de 10 – 14 días