Federico Morixe es asesor, especialista en agronegocios y productor agropecuario oriundo de Uruguay. Además de dirigir Fimix Agrofinanzas, en noviembre pasado lanzó Vendagro, una plataforma para facilitar la conexión y el comercio de la soja que ya funciona también en Argentina.
En un mano a mano con Infocampo, Morixe analizó la situación del sector agropecuario en el país vecino, y aseguró que el conflicto de 2008 que protagonizó la Mesa de Enlace con el gobierno de Cristina Kirchner es similar al que estalló el verano pasado con el movimiento Un Solo Uruguay, del que forma parte.
“En enero hubo una ebullición, en plena seca. La idea era juntar en el medio del país, en Durazno, a 60 mil personas. Eso se logró. Llegaron a decir que eran 15 mil, pero fueron entre 50 y 60 mil personas que se manifestaron en forma voluntaria, todos autoconvocados. Fue un reclamo de toda la sociedad por seguridad, por educación (7 de cada 10 chicos dejan el liceo en la actualidad) y por el tema económico, que está muy grave”, recordó Morixe.
En ese sentido, explicó que allí los impuestos “son muy altos” y que se registran “muchas pérdidas en las empresas, mientras siguen aumentando los sueldos“. “Para bajar la tasa de desempleo, los toma el Estado. Se copió la misma receta que en Argentina y Brasil. La sociedad está dividida entre los que están con el Gobierno y el resto. La gente quiere un cambio ya”, aseguró.
“La población se autoconvocó para explotar. El campo ayudó. Antes, en el interior no se sufría la inseguridad: uno salía de Montevideo y era todo más tranquilo. Ahora no. Encima, a los delincuentes los sueltan enseguida porque piden perdón”, reflexionó.
Las grietas de cada uno
Morixe hizo una comparación entre ambos países en los aspectos económicos y sociales, y consideró que en Uruguay todavía falta una devaluación para ser más competitivos, motivo por el cual “muchos productores se están yendo a Paraguay”. Además, explicó que si bien no hay retenciones ni derechos de exportación, el costo del Estado crece cada vez más.
“El campo es el motor de la economía en Uruguay, principalmente los agronegocios, que aportan el 70% del PBI. Podrán inventar empresas públicas, pero el agro es lo más importante, y se está quebrando. Como pasó históricamente, el campo no se funde, el que se funde es el productor. Y viene otro, y va a venir otro. El Gobierno Nacional no lo sabe, y le sigue sacando a través de impuestos“, remarcó.
Por eso, el directivo hizo especial hincapié en el concepto de grieta. “En Uruguay también hay una grieta como en Argentina. Hay gente que dice que el campo es oligarca y lo insulta. El problema es esa gente, que defiende su asiento en un partido político que está en el Gobierno y tira esas malas palabras para dividir a la sociedad. Y siguen fragmentando a Uruguay. Dicen que el productor tiene camionetas 4×4, maquinarias que cuestan miles de dólares, pero la verdad es que son herramientas de trabajo. Ese insulto viene desde hace muchos años y ahora se exacerbó”, describió.
Aunque afirmó que hoy “la sociedad se está despertando”, no confía en que haya un cambio de gobierno en las elecciones de 2019. “Uruguay es muy tradicionalista y le cuesta salir a defender lo suyo. Pero ahora explotó, y próximamente habrá más protestas. De todas maneras, creo que ganará nuevamente el Frente Amplio, porque a muchos les conviene”, sostuvo.
Por último, Morixe destacó el trabajo que llevan adelante los productores y las empresas del campo para cerrar esa grieta que se originó. “Hoy se está implementando la cultura agropecuaria, para difundir de dónde vienen los alimentos, quiénes son los involucrados, cómo llegan a la mesa de los uruguayos. Montevideo tiene 1,5 millón de habitantes, y la gente se piensa que la vaca está en el fondo del supermercado. No ven todo el trabajo que hay, pero sí lo usan en las elecciones”, concluyó.