Existen varios lugares de la Argentina donde se entremezclan la producción agropecuaria y las áreas urbanas. En esos sitios están creciendo los conflictos sociales entre productores agropecuarios y ciudadanos, signados algunas veces por las malas prácticas agrícolas de los primeros y, en otras , por la desinformación de los actores sociales afectados. Ante esta realidad el INTA realizó una publicación donde cuenta la experiencia y propone el desarrollo de sistemas agro forestales como “una alternativa posible para que convivan lo rural y lo urbano” en áreas periurbanas de conflicto
Alejandro Signorelli y Paula Ferrere, autores de la publicación señalan las experiencias de trabajo con los municipios bonaerenses de Junin, Leandro N Alem, General Viamonte y General Arenales, para impulsar el desarrollo de espacios verdes y sistemas agroforestales en las zonas periurbanas como una alternativa de producción y servicios socioambientales.
Los técnicos indican que si bien existen leyes de promoción para los bosques cultivados, la expansión de la actividad es muy limitada en la provincia, explicada entre otras razones por falta de un mercado formal; falta de industria procesadora; carencia de información sobre rendimientos, costos e ingreso y; al largo período de inmovilización de capital que representa la actividad forestal frente a otras producciones. En este escenario, el INTA propuso trabajar con gobiernos locales, escuelas y publico en general fortaleciendo el concepto de “agro-forestal”, encontrando un resultado positivo en las localidades bonaerenses.
Los autores aseguran que los sistemas agroforestales se complementan muy bien con otras actividades agropecuarias como la producción animal, la agricultura extensiva y la horticultura, pero además ofrecen servicios socio-ambientales como el desarrollo de áreas recreativas, captura de carbono, recuperación de áreas marginales y mantenimiento de la diversidad biológica.
En los municipios de Capitán Sarmiento, Vedia, Junín y General Arenales, el INTA trabajó en el desarrollo de viveros de Salicáceas (álamos y sauces) ya que estos son fáciles de instalar, económicos, requieren poco manejo y generan en poco tiempo una buena cantidad de material para la plantación. En estos municipios, las estacas producidas en los vivero se reparten entre productores y vecinos para cortinas forestales o montes de reparo, como así también, en escuelas y parques industriales para forestación. Además, el programa ofrece asistencia técnica y capacitaciones a los actores de la actividad.
Signorelli y Ferrere, destacan que la disminución de la población rural, junto con las actividades de ciclo corto representan el principal obstáculo para el desarrollo de actividades forestales, pero ven en el conflicto del uso de la tierra en las áreas periurbanas una oportunidad de ese desarrollo en complemento con otras actividades con gran beneficio en bienes y servicios ecosistémicos.
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