La Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (CAPPER) informó mediante un articulo publicado, que las granjas de cerdos de todo el país están sufriendo otra vez los “efectos negativos de la brusca devaluación del peso argentino y la suba del dólar”.
Ante este nuevo escenario, la Cámara pone de manifiesto que los actores de la cadena se están viendo obligados a replantearse sus estrategias productivas y comerciales para poder sostenerse en la actividad.
Por un lado, indicaron que sin perjuicio del nuevo esquema de retenciones, la devaluación tiene un impacto directo que ya se siente en el “quehacer” de las granjas de la provincia.
Principalmente, se trata de una nueva suba de la estructura de costos por el aumento de los precios de los cereales (soja y maíz), que representan el 60% de la alimentación.
“El efecto es inmediato dado que profundiza los márgenes negativos que viene padeciendo el eslabón primario de la cadena porcina desde comienzos de año, lo cual obliga a ser prudentes y revisar los precios de venta para evitar el quebranto. De no revertirse, se advierte por la desaparición de actores en la cadena que no puedan sostener más las pérdidas” indicó el reporte.
Aclaran que por más que los 35,50 pesos más IVA por kilo de capón en pie relevado en Entre Ríos, si bien significa un salto del 20% en comparación con el mes pasado, sigue sin poder cubrir los costos de producción. “Es alentador el hecho de que se comience a manifestar una señal alcista, pero resulta necesario que continúe esta tendencia” detallaron desde la Cámara.
Asimismo, la devaluación tiene consecuencias mediatas en lo que refiere al mercado interno. “Es claro que la devaluación profundiza la recesión y afecta el poder adquisitivo de las familias argentinas, quienes sostienen las ventas de la mayor parte de la producción nacional” mencionó la CAPPER.
Por último remarcaron que es clave reconocer la contracara en cuanto al aumento de la competitividad por tipo de cambio para potenciar las exportaciones.