Foto: Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba
Martín Alonso, perteneciente a la Dirección Registro de Tumores del Ministerio de Salud de la provincia de Córdoba participó del primer panel del 2° Congreso Nacional de Fitosanitarios organizado por la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Aapresid, el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba, y el Ministerio de Agroindustria de la Nación.
El médico explicó la importancia de utilizar las Buenas Prácticas Agropecuarias como herramienta para dejar atrás la grieta entre el campo y los pueblos.
“Con las BPAs podemos salvar las diferencias entre los productores y los pueblos. El objetivo es llevar tranquilidad a las personas para que sepan que van a ser respetados sus derechos. Que no haya contaminaciones y presencia de agroquímicos en su entorno es fundamental para lograr eso”, detalló.
Alonso además indicó que “desde el ministerio hacemos un monitoreo permanente de casos de cáncer para tener datos científicos sobre la incidencia de las aplicaciones, y vemos que no existe un riesgo aumentado para la salud por la actividad de los productores agropecuarios”.
“Por lo menos en los últimos diez años, la situación del cáncer en la población se ha mantenido estable. No existe una clara evidencia que permita determinar que el glifosato produzca cáncer, por lo tanto, por más mal aplicado que esté, no podemos llegar a una conclusión. La realidad es que la única organización que pone a dicho agroquímico en la categoría de probabilidad es la IARC, mientras que las demás agencias y organismos no la categorizan como factor”, subrayó Alonso.
Uno se preguntaría por qué hay tanta discusión entonces sobre el uso de agroquímicos, si los datos son tan contundentes. Al respecto, el médico indicó que ciertos sectores “probablemente tengan mejores métodos de comunicación de los que nosotros utilizamos. Las malas noticias son mucho más atrayentes para la sociedad que aquellas que no lo son”.
