Lisandro Martínez, del Instituto de Prospectiva y Políticas Públicas del INTA enumeró en un documento del Área Metropolitana de Buenos Aires que “la Estación Experimental Agropecuaria AMBA asiste a unos 200 productores porcinos, llegando con un técnico a seis o siete productores. Si consideramos que estos doscientos productores representan a alrededor de un 5% del total, habría en la región aproximadamente unos 4.000 productores, lo cual permite hacerse una idea aproximada de la relevancia de la actividad”. De aquí, que casi la totalidad de la producción porcina consumida en el AMBA es producción Periurbana.
“Muchos de estos productores son pequeños, de tipo familiar, con un 95% por debajo de 50 madres y un 80% por debajo de las diez”, destacó Martínez.
Por su parte, el jefe del INTA San Vicente, Leonardo Davies, mencionó que “apostar a que la actividad de los productores de cerdos del AMBA sea rentable es un desafío, pero estamos dispuestos a acompañarlos y a encontrar alternativas para que a todo les vaya mejor. Ese es nuestro compromiso”.
En tanto, Martínez comentó: “Resulta tan significativa la producción de lechones que podemos hablar de que casi la totalidad de los que se consumen en la región son producidos en la misma. De forma inversa, el 90% de la carne de capón no proviene del área, aunque se faene en ella el 70% de la carne de cerdo que se consume en el país. En este sentido, las grandes granjas de cerdos no son numerosas en la región, aunque su impacto sí puede serlo”.
Desarrollo
En este sentido desde el AMBA se trabaja articuladamente con otras instituciones y organizaciones “para lograr las mejoras necesarias que llevarán al agricultor familiar a mejorar su producción”, expresó Davies.
En un informe realizado por la Asociación de Pequeños y Medianos Productores Porcinos de la provincia de Buenos Aires, se destaca que “el 90% de los productores porcinos son pequeños o medianos y poseen el 60% del stock ganadero porcino”.
Cama profunda
Una de las tecnologías que se aplica en cerdos desde el AMBA, es el túnel de cama profunda. Ariel Cogo, técnico del INTA Luján, remarcó que “es una herramienta que bien utilizada resulta transformadora” y agregó: “Es muy importante que quienes trabajan en porcinos enfoquen claramente su tarea en mejorar los índices reproductivos protegiendo la gestación”.
Para concluir, este sistema de producción porcina en cama profunda, “es una mejora tecnológica que resuelve el tratamiento de residuos, mejora el bienestar animal y alcanza valores de los índices productivos muy similares a los que se alcanza con instalaciones que en muchos casos suponen importantes inversiones económicas”.