La Comisión de Semillas de Federación Agraria Argentina emitió un comunicado en el cual sugiere que el documento que trasciende, casualmente, refleja al pie de la letra las imposiciones de Monsanto en 2004.
“Trasciende un documento en materia de semillas que resume posiciones de modo insustancial y pretende reducirlo a una cuestión de ‘mayoría y minoría’. Nada más alejado de la realidad”, comunicó FAA.
La Federación Agraria Argentina y las entidades que conforman su Comisión de Semillas “han participado desde hace mucho tiempo de variadas mesas de discusión para la reforma de una ley de semillas”, indicaron.
“Hoy se ha llegado a la conclusión de ‘mayoría’ que, casualmente, refleja al pie de la letra las imposiciones de Monsanto en 2004, las que al no poder concretarlas parlamentariamente, en 2005 decide interdictar barcos con carga nacional en puertos europeos, donde esa Justicia, asimismo, le negó la razón”, informaron desde FAA.
Según los federados “hoy revive, esa supuesta mayoría:
1) La eliminación de los derechos de los productores ejercer el derecho al uso propio de la semilla, y sustituirlo por una licencia de multiplicación.
2) Legalizar que todos los argentinos financiemos la custodia de los derechos de patentes sobre genes mediante el Instituto Nacional de Semillas, evitando a la Justicia.
3) Seguir confundiendo a los usuarios, comercios, profesionales, multiplicadores, criaderos y toda la cadena semillera y del comercio de granos, evitando que quede claro donde empieza y termina el derecho de cada uno de ellos.
4) Imponer el poder de la concentración de unos pocos sobre decenas de miles de actores de la actividad agraria sin que nadie proteja ni equipare el derecho de los más débiles.
La Federación Agraria Argentina explicó además que “no avala que, mediante la modificación de la ley de semillas del modo en el que se pretende, se transforme el interior productivo y el rol indiscutible de una cadena sólida y capaz de generar desarrollo y arraigo, en un mero eslabón integrado de un contrato de producción en el que unos pocos impongan: que producir, como hacerlo y con quien comercializarlo”.
Y concluyó que: “regalaremos, de ese modo, la soberanía productiva y alimentaria distribuida en cientos de miles protagonistas del agro en toda la geografía argentina, la que llaman ‘minoría’ y la que será sustituida por las decisiones e imposiciones de un puñado de CEOs de tres multinacionales y sus dependientes, autodenominados ‘mayoría’”.