Los insectos beneficiosos son aquellos que se alimentan de las plagas que tenemos constantemente en el jardín y en el huerta. Con este “hotel para insectos”, se podrá lograr acabar de manera natural con las plagas más dañinas de los cultivos, como las cochinillas, pulgón, mosca blanca, etc.
Entre los insectos beneficiosos podemos encontrar: avispas, algunos coleópteros, abejas, escarabajos, arañas, lombrices y muchos más.
Por lo general, los materiales que se utilizan se pueden encontrar en cualquier lado, aunque también hay formas mas detalladas y especificas para hacerlo, pero ambas formas son eficientes y aquellos que tienen uno en su establecimiento lo recomiendan plenamente
UBICACIÓN del hotel
La forma y la medida del “hotel de insectos”, su orientación y la elección de su ubicación son muy importantes. Lo recomendable, es dirigir el refugio hacia una dirección donde lo proteja del viento, cerca de un espacio cultivado, un monte, una huerta o flores silvestres. Tiene que estar por lo menos, a 30 cm del suelo y ofrecer refugio en caso de mal tiempo.
ELECCIÓN DE LOS MATERIALES
Los principales materiales para la construcción son los siguientes: troncos de madera, ladrillos, paja, cañas de bambú, etc. Es recomendable utilizar materiales que tengan agujeros más o menos grandes para que puedan proteger distintos tipos de insectos.
Hacer la estructura de madera, reforzándola lo suficiente como para que pueda soportar un gran peso. Elegir una madera resistente y planificar un tejado impermeable. También se puede crear con palets. Instalar la estructura en su ubicación definitiva antes de empezar a rellenarla.
Como se mencionó anteriormente, levantarla del suelo 30 cm para mantenerla protegida de la humedad. Cortar los materiales de acuerdo con el largo necesario y rellenar los espacios. Por último, organízarlos de acuerdo con el volumen de materiales y colocar los materiales más pesados en la parte inferior.
COMPOSICIÓN DE LAS HABITACIONES
Es importante diferenciar las habitaciones en función a los tipos de insectos que se alojaran.
• Para las crisopas: una caja roja rellena de paja con algunas aberturas. La alimentación de las larvas de estos insectos se basa en muchos parásitos: pulgones, cochinilla harinosa, moscas blancas o huevos de ácaros.
• Para los abejorros: una caja con un agujero de 10 mm de diámetro.
• Para ciertas abejas y avispas solitarias: una esterilla de caña trenzada.
• Para las abejas solitarias: ladrillos con los huecos llenos con una mezcla de arcilla y de paja.
• Para dípteros: un poco de madera seca con agujeros como los tallos de bambú.
• Para las tijeretas: una maceta girada y lleno de fibras de madera o heno.
En caso de querer realizarlo con materiales más sencillos, también tiene excelentes resultados. Estos pueden ser maderas, piñas, ramas, ladrillos, piedras, cañas, troncos, corteza, turba. Lo importante es que posean la mayor cantidad de agujeros para que puedan hospedarse allí.