Las presiones de la sociedad, la generación de resistencias por el uso reiterado de un mismo principio activo y el incremento creciente de los fitosanitarios de origen químico están llevando, entre otras razones, a que instituciones como el INTA desarrollen productos alternativos para limitar la acción de patógenos que afectan el rendimiento y la calidad del los cultivos. El uso de aceites esenciales y agentes de biocontrol esta tomando fuerza como una alternativa para cumplir ese objetivo.
Desde el INTA indican que las áreas sembradas con maíz están sufriendo incrementos en la contaminación con hongos del género Aspergillus flavus y Penicillium spp. La incidencia y severidad de las enfermedades causadas por estos organismos se traduce en un problema para los maíces, cultivo sobre el cual provoca pérdidas económicas de importancia.
Precisamente, cuando infectan el maíz, estos hongos causan la podredumbre de los granos y además una pérdida de calidad por la presencia de micotoxinas. Por eso, la existencia de estos agentes en el cereal provoca el rechazo de la industria, debido a su alta toxicidad para humanos y animales.
Es en ese sentido que Boris Camiletti, becario del Conicet en el Instituto de Patología Vegetal del INTA, realiza su tesis doctoral en dos alternativas para el control de hongos causantes de la contaminación con micotoxinas, tóxicos generados por los hongos. Camiletti explicó a INTA informa que sus trabajos “Consistieron en la utilización de cepas atoxigénicas (las que no producen toxinas) en precosecha para disminuir la infección de cepas toxigénicas y de aceites esenciales, principalmente, en poscosecha para que, en caso de estar contaminado el maíz, no se profundice la infección”.
Los investigadores comprobaron en el laboratorio que las cepas que no producen compuestos tóxicos fueron capaces de reducir la síntesis de micotoxina producidas por cepas toxigénicas del mismo hongo.
En la revista internacional Phytopathology, donde se publican los resultados que corresponden a los agentes de biocontrol, se destaca que las cepas aisladas “redujeron más del 70 % el contenido de micotoxinas en granos de maíz y se clasificaron como potenciales agentes de biocontrol”, indicó Camiletti y selaló que “Los resultados son auspiciosos y “alientan nuevas herramientas para el control biológico de hongos toxigénicos”. El especialista aclaró que si bien ya existen productos en otros comerciales para el biocontrol de aflatoxinas a campo en otros países, los agentes de biocontrol deben ser seleccionados a partir de la población nativa de hongos, lo cual impide la importación de esos productos.
En cuanto a los productos naturales bioactivos, los aceites esenciales de orégano, menta, laurel y suico mostraron características aptas para agentes de biocontrol. Todos tuvieron efecto aditivo con el fungicida sintético.
De esta manera, se abre la posibilidad de contar con la producción nacional de aceites esenciales como una herramienta para el control de A. flavus en aplicaciones a campo o en poscosecha y, además, contribuir al control de Penicillium spp.