Ex titulares del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) manifestaron su “preocupación” por los despidos y la situación del organismo público, mediante una carta abierta enviada hoy al ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere.
“Nos dirigimos a usted con el fin de hacerle llegar nuestro inmensa preocupación por la situación en que se encuentra el Organismo. Nuestra inquietud se proyecta en al menos dos aspectos, ambos estrechamente relacionados de forma tal que no se pueden dar garantías sanitarias nacionales o internacionales sin ambos funcionando armónica y coordinadamente”, comienza la carta.
La carta además expresa que “no se construyen estados de reconocimiento sanitario y fitosanitario destruyendo, y hasta este momento, lo único que se observa es despido de personal calificado en funciones específicas”.
“Primero se desfinanciaron programas, luego se dieron de baja aranceles por servicios prestados al sector privado y se limitó el financiamiento del organismo fijado por ley, ahora se despide personal”, continua la carta.
Compartimos la carta completa redactada por ex presidentes y vicepresidentes del Senasa:
Los abajo firmantes ex Presidentes y Vicepresidentes del SERVICIO NACIONAL DE SANIDAD Y CALIDAD AGROALIMENTARIA -SENASA – nos dirigimos a Ud. con el fin de hacerle llegar nuestro inmensa preocupación por lsituación en que se encuentra el Organismo. Nuestra inquietud se proyecta en al menos dos aspectos, ambos estrechamente relacionados de forma tal que no se pueden dar garantías sanitarias nacionales o internacionales sin ambos funcionando armónica y coordinadamente.
Por un lado, el Organismo, el SENASA, es la autoridad de aplicación de la Ley Nacional Nº 27.233. La ley mencionada expresa en su artículo primero:
Se declara de interés nacional la sanidad de los animales y los vegetales, así como la prevención, el control y la erradicación de las enfermedades y de las plagas que afecten la producción silvoagropecuaria nacional, la flora y la fauna, la calidad de las materias primas producto de las actividades silvo-agrícolas, ganaderas y de la pesca, así como también la producción, inocuidad y calidad de los agroalimentos, los insumos agropecuarios específicos y el control de los residuos químicos y contaminantes químicos y microbiológicos en los alimentos y el comercio nacional e internacional de dichos productos y subproductos.
Quedan comprendidas en los alcances de la presente ley las medidas sanitarias y fitosanitarias definidas en el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la Organización Mundial del Comercio (OMC), aprobado por la ley 24.425.
Esta declaración abarca todas las etapas de la producción primaria, elaboración, transformación, transporte, comercialización y consumo de agroalimentos y el control de los insumos y productos de origen agropecuario que ingresen al país, así como también las producciones de agricultura familiar o artesanales con destino a la comercialización, sujetas a la jurisdicción de la autoridad sanitaria nacional.
Asimismo, la ley mencionada en su artículo segundo expresa:
Se declaran de orden público las normas nacionales por las cuales se instrumenta o reglamenta el desarrollo de las acciones destinadas a preservar la sanidad animal y la protección de las especies de origen vegetal, y la condición higiénico-sanitaria de los alimentos de origen agropecuario con los alcances establecidos en el artículo anterior.
Estos dos artículos expresan claramente la importancia del organismo rector de la sanidad animal y vegetal y de la inocuidad de los alimentos en el ámbito de nuestro país.
No solo es de interés retórico o intelectual, es un organismo cuyas funciones se han venido ejecutando desde hace mas de 100 años. Las acciones en sanidad animal y sanidad vegetal se iniciaron a finales del siglo XIX con las leyes de aftosa y de combate de la langosta. Las funciones de control de la inocuidad de los alimentos se iniciaron en la década del 30’ del siglo XX. Mas allá, de la organización administrativa que el Estado de la Nación Argentina haya dado a las áreas responsables de los controles mencionados, los mismos, asi como los controles sobre los insumos relacionados y necesarios, se han venido cumpliendo ininterrumpidamente desde hace más de 120 años, desplegando su accionar a lo largo y lo ancho del país.
Este trabajo intenso, desapercibido muchas veces por la sociedad es el que ha permitido alcanzar los estatus sanitarios y fitosanitarios reconocidos internacionalmente, que hoy dan a nuestros productos ventajas competitivas nacionales e internacionales.
No se construyen estados de reconocimiento sanitario y fitosanitario destruyendo.
Hasta este momento, lo único que se observa es despido de personal calificado en funciones específicas.
¿Qué tipo de servicio se pretende con estas acciones?
Primero se desfinanciaron programas, luego se dieron de baja aranceles por servicios prestados al sector privado y se limitó el financiamiento del organismo fijado por ley, ahora se despide personal.
¿Cuál es el objetivo de este accionar?
El SENASA controló durante el año 2017 los productos del mercado interno, los resguardos de los estatus sanitarios y fitosanitarios nacionales y regionales, y la inocuidad de los alimentos que consumen nuestros ciudadanos. Adicionalmente, fiscalizó exportaciones por 65 millones de toneladas de cereales y oleaginosas, 15 millones de toneladas de frutas y verduras y 1 millón y medio de toneladas de productos de origen animal.
Con gran preocupación vemos un desmembramiento sistemático de áreas estratégicas del organismo. Por nuestra experiencia podemos decir con certeza que no se desmiembra o destruye solo cerrando áreas y esto nos lleva al segundo aspecto al que aludimos anteriormente.
El Organismo no es una cáscara vacía de Direcciones Nacionales o Regiones. El Organismo es un servicio integrado por personas idóneas, por eso puede dar garantías a nuestros consumidores nacionales, así como a los consumidores internacionales.
La complejidad de las funciones, normas y controles que lleva adelante el SENASA no se cumplen al azar, se cumplen porque detrás de cada norma, detrás de cada control, hay personas, funcionarios, trabajadores que se han formado en el propio Organismo.
Queremos hacer notar al señor Ministro que la capacitación para las funciones que se cumplen en el SENASA no se aprenden sólo en los grados o en los posgrados de las Universidades. Se aprenden en el terreno, lidiando con las plagas, las enfermedades y la falta de inocuidad, recibiendo capacitaciones específicas diseñadas por el propio Organismo para mejorar la formación de sus trabajadores.
Deseamos recalcar que detrás de cada persona despedida y mal tratada, hay trabajadores calificados, hay familias, hay vidas con derechos conculcados.
Los despidos sin dar cumplimiento a las normas vigentes, sin comunicarlo fehacientemente a las personas afectadas, enterándose por listas que circulaban en las redes sociales, o sin dejarlos ingresar a su lugar de trabajo, caracterizan malos tratos laborales.
Nos preocupa ver de que forma se deja inerme al Organismo. Porque los despidos que se están produciendo no solo dejan a personas y familias desguarnecidas, con la consiguiente falta de posibilidad de llevar una vida digna, sino que también deja al SENASA sin las herramientas que necesita para cumplir sus funciones.
Señor Ministro, se puede pensar que basta con reemplazar cada trabajador echado por alguien nuevo. No es así, se están echando trabajadores de 5, 10 o más años de trabajo en el Organismo. Se están echando profesionales, técnicos y administrativos idóneos formados durante 5, 10 o mas años de trabajo, en tareas específicas, que no se aprenden fuera del lugar del trabajo, ni en la actividad privada.
El cumplimiento de las funciones que el Estado encarga a organismos como el SENASA, el INTA o el INTI, se focaliza en el bien común de la sociedad, ya sea para el productor agropecuario, el empresario o la sociedad en su conjunto al resguardar la inocuidad de los alimentos.
Por lo expuesto, consideramos que se deben reconsiderar las acciones que se están llevando a cabo.
Se está dejando sin trabajo a cientos de personas, trabajadores calificados, a los que se somete a malos tratos, poniéndose en riesgo la salud de los argentinos y las ventajas competitivas de productores y empresarios.
Sin otro particular lo saludamos
Dr. JORGE AMAYA
Ing. DIANA GUILLEN
Ing. CARLOS CASAMIQUELA
Ing. CARLOS PAZ