A semanas de comenzar con la campaña fina, la Asociación Civil Fertilizar realizó su habitual reporte de fertilización que releva cuál es la coyuntura del país para nutrir los cultivos, teniendo en cuenta los datos históricos, los precios actuales de los granos y de los paquetes tecnológicos.
En esa cuenta, la buena noticia se la llevó la relación insumo/producto que deja un saldo positivo en comparación al año anterior, debido principalmente al aumento del precio del trigo y la cebada.
Al respecto, el vicepresidente de Fertlizar, Jorge Bassi, aseguró que “esta campaña se presenta positiva a la hora de considerar la relación insumo/producto. En el caso de la Urea se necesita 2,18 kilos de trigo para comprar un kilo de nitrógeno, y para el caso del Fosfato Monoamónico (MAP) se necesita 2,95 kilos del mismo cereal. Si se compara con la campaña pasada se necesitan 0,3 kilos menos de trigo para el kilo de Urea, y 0,1 para el caso del MAP”.
De la mano de la incorporación del trigo al esquema productivo, las dosis de fertilizantes por hectárea del año pasado tuvieron un crecimiento notable, alcanzando los valores de 2011.
Pero… no todo es color de rosa. Según Bassi “tenemos un problema estructural a la hora de fertilizar porque estamos aplicando la misma cantidad de nutrientes que hace siete seis años atrás, y no tenemos en cuenta que se produjo un gran deterioro de los suelos, con una caída importante de Materia Orgánica por falta de rotación y con menos nutrientes disponibles por subfertilización”.
“Si además tenemos en cuenta el potencial de las variedades, vamos a notar que la nueva genética otorgó un potencial de rendimiento mucho mayor a los cultivos. Ese potencial no se expresa ni en cantidad ni en calidad, porque no le estamos dando los nutrientes necesarios”, explicó el vicepresidente.
Recomendaciones
Un gran problema que enfrentó la campaña pasada de trigo y cebada fue la mala calidad. Por ello, Bassi recomendó mejorar las dosis de fertilización: “si queremos explorar rendimientos con proteínas debemos cambiar la cabeza, y empezar a pensar en dividir las aplicaciones”.
“Para trabajar con altas cantidades de nitrógeno, como puede ser 300 kilos/hectárea, tenemos que dosificar las dosis y dividirlas en dos etapas. Hemos visto en ensayos comparativos como un productor de la zona de Pergamino que aplica menos de 100 kg/ha de nitrógeno alcanza rindes de 4,2 Tn/Ha, cuando uno que supera los 300 kg/ha de urea aplicada llegó a 6,4 Tn/Ha”, aseguró.
Y finalizó: “Pero no sólo notamos la diferencia de producción en esas dos toneladas más que se cosecharon, sino que además mejoró la calidad. Para el mismo ensayo, el testigo que fertilizó con menos de 100 kg/ha de urea trilló un trigo de 9,1% de proteína y 18,3% de gluten, pero cuando se aplicó 300 kg/ha de N, conseguimos un trigo de 11,3% de proteína y 33% de gluten”.
Ensayo Pergamino
También participaron de la exposición del reporte de la Asociación Civil Fertilizar la gerente ejecutiva de la entidad, María Fernanda González Sanjuan; el productor agropecuario de Lobería (Bs. As.), Sean Cameron; y el director de Agricultura del Ministerio de Agroindustria de Buenos Aires, Eduardo Soto.