En su informe semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas, la Bolsa de Comercio y el Ministerio de la Producción de Santa Fe estimaron que el rendimiento de soja caerá 17% en promedio en comparación con la campaña anterior a causa de la sequía.
“En soja de primera, con el avance de la cosecha, variable y heterogénea en rindes, se estimó una reducción del 17 % en el rendimiento promedio del área, el que fluctuaría entre 29 y 29,5 qq/ha, reduciéndose de 6 a 6,5 qq/ha comparados con la campaña anterior, que en dicho cultivo fue de 35,5 qq/ha”, detalló el informe.
De todos modos, en cuanto a clima y suelos, destacó que “las condiciones climáticas de inestabilidad y precipitaciones se concretaron en casi todos los departamentos del área de estudio, interrumpiendo el período seco que estuvo presente”. “La particularidad radicó en la intensidad de las lluvias, la que permitió una buena a muy buena infiltración del agua caída en los suelos. Los valores de los registros pluviométricos fluctuaron entre 05 y 80 mm”, subrayó.
Soja temprana
El relevamiento señaló que el proceso de cosecha en once de los doce departamentos presentó “muy buen ritmo y avance, hasta que las condiciones ambientales cambiaron por inestabilidad y precipitaciones que se produjeron en toda el área, con altos porcentajes de humedad ambiente incidiendo directamente en el ritmo de recolección”. Por ello, afirmó que se logró un grado de avance del 34 %, lo que representa cerca de 306.000 ha.
Los rindes en los departamentos del norte fluctuaron entre 10 y 20 qq/ha, mientras que en los del centro variaron entre 20 y 35 qq/ha, con lotes puntuales de 40 – 45 y 53 qq/ha. Paralelamente, en el sur oscilaron entre 38 y 45 qq/ha, con lotes puntuales de 60 qq/ha.
“Las características enunciadas como la presencia de granos verdes fue disminuyendo a bajos porcentajes y el tamaño de los granos más pequeños varió mucho en diferentes lugares y en los distintos departamentos, incidiendo directamente en el peso y luego en el rendimiento”, describió.
Soja tardía
Según el SEA, las precipitaciones e inestabilidad en la semana llegaron “tarde a muy tarde para el ciclo del cultivo y sus necesidades de disponibilidad de agua para su desarrollo y crecimiento normal”.
Los indicadores fueron el poco desarrollo de estructuras y stand de plantas, bajas alturas, entresurcos no cerrados, amarillamiento de hojas basales, no uniformidad de lotes (desparejos) y mortandad de plantas, que resultaron irreversibles, por lo cual un 80 % del área sembrada presentó diferentes grados de afectación, situación que aseguró que redundaría en el deterioro de los cultivares y que se vería reflejada en los resultados finales.