La enfermedad: carbón del maní (Thecaphora frezii) logró expandir su prevalencia e incidencia a toda la zona productora. Como se trata de una infección de difícil control y que provoca pérdidas que superan el 30 % de los rindes, investigadores del Instituto de Patología Vegetal del Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP) del INTA proponen prácticas de manejo integrado.
De acuerdo con registros del instituto, los mayores valores de intensidad de la enfermedad y, por lo tanto, las mayores pérdidas se observaron en la zona norte de Córdoba (área donde se ubican la mayoría de las industrias procesadoras de grano).
“El carbón es una infección causada por un hongo que vive en el suelo y, como cualquier patógeno que habita en el suelo, es de difícil control”, indicó Juan Andrés Paredes, especialista del Ipave y agregó que “las esporas que esta enfermedad produce, pueden permanecer por más de cuatro años en la tierra, sin disminuir la capacidad de infección”.
Su dispersión puede ser mediante maquinaria, semillas o por el viento. “Su capacidad de propagación hace que la enfermedad se disemine rápidamente en distintos lotes productivos”, aseguró Paredes.
El especialista resalta que al ser una enfermedad que causa graves pérdidas en el rendimiento, es fundamental entender la biología del patógeno y su supervivencia para tomar las mejor medidas de control.
“La inexistencia de prácticas para el control hizo que adaptemos métodos de otras enfermedades como productos químicos, rotaciones de cultivos, monitoreo y cuantificación de esporas en el suelo”, detalló.
Por este motivo, desde el instituto trabajan en mejoramiento genético, evalúan distintos cultivares, buscan nuevas variantes y analizan el impacto de otros tipos de labranza.
“La búsqueda de nuevos cultivares tiene como objetivo encontrar un ejemplar que resista el ataque de plagas y enfermedades”, reflexionó Paredes.
En cuanto al manejo integrado dijo que “nada es absoluto por sí solo, es importante que una estrategia complemente a otra. Los paquetes tecnológicos integrales son necesarios para acompañar el mejoramiento genético y mantener la enfermedad en bajos niveles”.
La ENFERMEDAD
En el Herbario Virtual, creado por fitopatólogos de gran prestigio de la FAUBA, se puede encontrar toda la información respecto a esta enfermedad.
Los síntomas son los siguientes: las vainas presentan malformaciones debido a hipertrofia de los tejidos y las semillas se encuentran parcial o totalmente transformadas en una masa carbonosa castaño oscuro. Al abrir las vainas en su interior se observan semillas que tienen soros en superficie, lo que se ven como pequeñas deformaciones o ampollas, las cuales contienen una masa pulverulenta de teliosporas de color marron rojizo. Estas teliosporas del hongo pasan al suelo y son el inoculo primario para subsiguientes ciclos de la enfermedad en subsiguientes ciclos agrícolas.
Manejo integrado recomendado:
• Uso de cultivares tolerantes o de un mejor comportamiento.
• Sembrar semillas provenientes de lotes destinados a la producción de semillas y tratadas con fungicidas. Uso adecuado de curasemillas.
• Seleccionar lotes con carga de inoculo.
• Rotaciones a largo plazo. Implementar rotaciones largas en las cuales el cultivo antecesor sea maíz.
• Sistema de labranza en lotes con alta presión de carbón realizar por única vez una labranza profunda que entierre las teliosporas alejándolas de la zona donde se producen los frutos.
• Monitoreo y registro de lotes con carbón.