La Unión Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT), Cañeros del Este y Cañeros del Sur emitieron un comunicado en el que dieron a conocer las “verdades y mentiras” acerca de la suba de precio de las naftas y su efecto en el sector.
“La actividad cañera, principal actor agrícola del NOA, compuesta por 6.000 productores de caña, representados por nuestras instituciones, se encuentra en crisis por el impacto del aumento de los costos de gasoil (impositivos, logísticos y laborales) y además sufriendo la baja de precios”, arrancaron.
En ese sentido, indicaron que “la producción de caña de azúcar para bioetanol, una energía renovable, que se corta al 12% en las naftas, ve con estupor cómo se engaña a la población echándole al bioetanol la responsabilidad del aumento de las naftas. El último aumento del etanol fue del 3,5% que solo impacta en un 0,4% en las naftas, pero se mencionan aumentos del orden del 11 al 18%, lo cual es totalmente falso”.
“Además, mientras los precios de las naftas subieron un 33% desde octubre el precio del bioetanol bajó un 4,2% en el mismo periodo. En este mismo sentido, entre noviembre 2017 y abril de 2018 la nafta Premium en USA aumentó un 2% en dólares, y en Argentina aumentó un 17% en dólares. Por ejemplo unas de las marcas Premium incrementó de $22,47 en octubre a $29,99, hoy un 33,5% de aumento en pesos”, aseguraron.
Y se preguntaron: “¿Quiénes pierden? Los consumidores. Mientras que entre noviembre 2017 y abril de 2018 el bioetanol de caña aumentó un 5,1% en dólares en Brasil, en Argentina bajó un 16% en dólares”.
“¿Quiénes pierden? los productores locales y las economías regionales. Los petroleros no pueden aducir que es por la suba del precio internacional, porque afecta a todos por igual, no pueden aducir que es por la devaluación, porque las comparaciones están en dólares. Entonces la “culpa” es de los productores de caña de azúcar para bioetanol, cuyos precios fueron fuertemente reducidos por decisiones del Ministerio de Energía”, siguieron los productores.
Por último, se volvieron a cuestionar: “¿Quién pierde con la quiebra de los productores de la caña de azúcar? TODOS, el NOA, el país y el medio ambiente”.
“El precio fijado por el Ministerio de Energía para el bioetanol de caña implica una transferencia anual de $2.100.000.000 a las petroleras, sin que los consumidores se beneficien en absoluto, todo lo contrario”, concluyeron.