Mediante la resolución 592/16 publicada este lunes en el Boletín Oficial, el Instituto Nacional de Semillas otorga la propiedad del registro de una nueva variedad de sésamo (Sesamum indicum L.) denominada S34.
De acuerdo con datos del Dr Cormillot la especie del orden de las Lamiales es oroginaria de Oriente Medio y la India y, habría llegado a América en el siglo 17 transportada por los esclavos, quienes utilizaban sus semillas para espesar y dar sabor a gran variedad de platos. Actualmente, son unas de las semillas oleaginosas (aceitosas) más utilizadas en la cocina y en la repostería internacional, sobre todo en la oriental.
La adición de semillas de sésamo para productos de panadería se remonta al antiguo Egipto de una pintura antigua tumba que representa un panadero agregar las semillas a la masa de pan.
Las semillas de sésamo poseen proteínas, además de ser ricas en metionina, un aminoácido esencial. Las grasas que contiene son mayoritariamente insaturadas. Éstas, junto a la también presente lecitina, convierten a las semillas en un alimento que contribuye a reducir los niveles de colesterol sanguíneo.
También son fuente importante de diferentes minerales y de vitamina B3 o niacina. Por último, las semillas de sésamo poseen buenas cantidades de fibra, por lo que su consumo resulta beneficioso para la regulación de la función intestinal.