La provincia de Córdoba se suma a la lista de los damnificados por las condiciones climáticas que se atravesaron en los últimos tiempos en el país. Pero no todo es negro, hay buenas noticias para el maíz.
Según informó en el día de hoy la Bolsa de Cereales de Córdoba, los cultivos en pie (principalmente de soja) se verán afectados durante la cosecha de este año.
En cuanto a la soja, se estima cosechar 12,8 millones toneladas, 3% inferior a la campaña anterior y la menor de las últimas cinco campañas.
El contexto de la sequía ya se ve reflejado en los rendimientos de siembras tempranas, generando reducciones del 13% para maíz y del 11% en soja a nivel provincial, si se comparan dichos valores con los obtenidos en la campaña anterior.
En maíz, por el contrario, se calculan 16,9 millones de toneladas, 7% superior que la campaña anterior, ubicándose como la más elevada de los últimos 10 años.
Si bien la situación de las siembras tempranas en cuanto a productividad es crítica, debido a las mermas en los rendimientos, esto no se vería reflejado en la primera estimación de producción.
Las precipitaciones acumuladas durante la primera quincena de febrero estuvieron muy por debajo al ciclo anterior, pues durante dicho periodo de 2017 las lluvias en la provincia superaron los 75 milímetros (mm), mientras que en 2018 al sur no superaron los 10 mm y al norte los 50 mm.
En la zona centro, las lluvias durante el 2017 estuvieron entre 30 a 50 mm y en 2018 entre 5 a 20 mm. Sumado a esta condición, la temperatura media máxima durante la primera quincena de febrero estuvo 2°C por arriba de lo normal, lo cual intensifica el estrés a los cultivos.
Así, la primera quincena de febrero se sumó a la tendencia del trimestre de noviembre, diciembre y enero, con precipitaciones acumuladas mensuales inferiores a lo normal para la provincia de Córdoba.
El pronóstico indica que hasta fin de mes las precipitaciones no superarían los 15 mm, por lo que la situación seguirá siendo crítica.