El sector foresto industrial se reunió por tercera vez en la sede del Ministerio de Agroindustria de la Nación para elaborar una “propuesta superadora” de la Ley 25.080, de Promoción de los Bosques Cultivados, que establece la devolución de parte de los costos de implantación para pequeños y medianos productores forestales y beneficios fiscales.
Durante el encuentro, que encabezaron el secretario de Agricultura, Guillermo Bernaudo y el subsecretario de Desarrollo Foresto Industrial, Nicolás Laharrague, se realizaron dos presentaciones: una, acerca de mecanismos de promoción forestal comparados de países de la región y de otros continentes; y otra, un análisis de la importancia actual del sector foresto industrial y las oportunidades que se generan dado el impacto que tuvo la Ley 25.080 en casi 20 años de existencia.
“Tenemos que trabajar en conjunto para prorrogar la Ley y modificar los puntos necesarios para optimizar esta herramienta”, expresó Bernaudo, al tiempo que destacó el “rol estratégico” que le asigna el Gobierno Nacional, ya que es una de las tres mesas que están en la agenda presidencial.
Respecto del sector en otros países, Sara Burns, de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), explicó que en Uruguay, Chile, Brasil, Canadá, Nueva Zelanda y Finlandia, quienes representan una cuarta parte de lo exportado en materia forestal y producen la mitad de la pasta celulósica del mundo, “han tenido regímenes de promoción directo similares al argentino, pero que la gran diferencia se ha dado por los beneficios indirectos que promovieron la radicación de industrias como tratados de libre comercio, zonas francas, inversiones en infraestructura“.
“Hoy existen unos 6 millones de m3 para industrializar en forma de madera aserrada, tableros laminados y placas, pasta de celulosa, papel marrón, energía y pellets. Estamos en condiciones de recibir inversiones industriales inmediatas por US$ 2.250 millones que generen más de 80 mil empleos, ventas por US$ 1,1 mil millones, e ingresos fiscales por unos US$ 330 millones, lo cual muestra que es un excelente negocio para el Estado apostar al sector forestal, recuperando como mínimo 6 veces lo invertido como promoción bajo la Ley 25.080. El objetivo para 2030 es llegar a los 2 millones de hectáreas de bosques cultivados”, sostuvo Claudia Peirano, directora de Desarrollo Institucional de la Asociación Forestal Argentina (AFoA).