Los principios de la Permacultura se basan en el uso armonioso de la tierra y de los flujos de energía, el buen diseño de las construcciones naturales y una organización social y económica comunitaria.
En el escenario actual en el que vivimos, donde hay una creciente escasez energética, la permacultura podría sentar las bases para una sociedad y una cultura de adaptación inclinada en el consumo de energía, desarrollando estrategias para solucionar esta problemática.
Las propuestas agrícolas de la permacultura experimentan con cultivos nuevos y marginales donde su producción requiere un mínimo uso de energía. El sistema está basado en la observación cuidadosa del agroecosistema.
Esencialmente la permacultura es un sistema de asentamientos sustentables, basado en sus éticas del cuidado del planeta y de las personas.
La Ecovilla GAIA es un lugar donde se realiza esta actividad. Se convirtió en un espacio de investigación y práctica de cómo un grupo de personas puede convivir y sustentarse en un espacio de tierra de la forma más ecológica posible.
El proyecto comenzó el 5 de junio de 1996 en 20,5 hectáreas en el partido de Navarro, provincia de Buenos Aires. Fue así que la Ecovilla Gaia se convirtió en un lugar de referencia de sustentabilidad, comúnmente citada por David Holmgren (cofundador de la Permacultura) como uno de los lugares de mayor nivel de sustentabilidad de los proyectos que visitó.
El predio cuenta con zonas de producción agroecológicas en pleno funcionamiento: existen numerosas huertas y un espacio destinado a cultivos de chacra, en donde además se producen semillas puras de polinización abierta. Estos emprendimientos se complementan con 1.225 árboles frutales de 25 especies diferentes que generan excedentes para la elaboración de dulces.
También cuentan con un área forestal donde se generan recursos, con la producción de bambú, postes y maderas de alta calidad tanto para la construcción de casas como para muebles, instrumentos, etc.
En la Ecovilla Gaia el 100% de la electricidad es producida por el viento y el sol, ésta bombea el agua para consumo y riego de huertos y frutales. La cocción de alimentos se realiza por hornos y cocinas solares, complementadas por sistemas de leña de alta eficiencia. La leña producida en un sistema totalmente regenerativo de los bosques.
El agua se calienta por el sol por medio de colectores solares y por calefones a leña. Y la calefacción de las casas y las construcciones de uso compartido se genera por diseño bioclimático solar y por estufas de alta eficiencia.
La Ecovilla cuenta con chacras dedicadas a frutales y especies arbóreas. Una representante de la asociación le contó a Infocampo de qué se tratan:
Minichacras de Frutales
Se basa en la plantación de nuez pecan. Esta es una especie robusta que a los 8 o 9 años comienza a producir y a partir que la plantación entra en régimen, lo hace en forma continua por más de 100 años.
El manejo se realizó con el máximo cuidado del suelo y la promoción de su microbiología buscando vigor y sanidad en los árboles implantados
Por otra parte, para aprovechar el espacio disponible entre cada árbol de pecan, en los primeros 23 años de plantación la mayor parte del área del bosque pecanero, fue plantada con una gran variedad de especies frutales que rápidamente comenzaron a producir frutas, muchos de los cuales ya están entrando en su etapa de plena producción.
Las especies plantadas son manzana, pera, ciruela, durazno, membrillo, damasco. Desde el comienzo todos los ejemplares plantados tuvieron protección para roedores y control de hormigas.
Minichacras Forestales
Entre los árboles plantados se mantienen parte de las acacias y otras especies de rápido crecimiento para mejora del suelo y reparo.
Las especies plantadas son: Roble Europeo, Roble Americano, Liquidámbar, Nogal Americano, Araucaria Misionera, Algarrobo Blanco, Grevilea, Cedro Deodara, Pecan para madera, Paraíso Gigante, Casuarina, Acacia Visco, Encina, Aromo Francés, Acacia Blanca, Acacia Melanoxylon y Eucaliptus Sideruxyrum.
Toda la plantación se realizó con la protección contra roedores, hormigas y competencia de gramilla.
Para lograr madera de alto valor anualmente en toda la plantación se realizan podas de formación para llegar a fustes de 6 metros libres de nudos, buscando así lograr madera de calidad para carpintería, instrumentos y muebles.