En el marco de un encuentro entre autoridades del Ministerio de Desarrollo Humano provincial y representantes del INTA, se avanzó en acciones para favorecer la instalación de huertas y granjas comunitarias, escolares o familiares en Salta.
La idea es “potenciar el trabajo para mejorar los conocimientos y las prácticas en el manejo de las huertas para la producción de alimentos sanos y nutritivos”, contó Marta Russo Ariola, de Asistencia Directa, quien resaltó el trabajo que realiza el Plan Social Nutricional Provincial (PLASONUP) con el Proyecto Huertas y Granjas Orgánicas, Familiares y Comunitarias.
En ese sentido, Russo indicó que en el mediano plazo se busca potenciar las granjas para la obtención de carnes y huevos, y aseguró que es importante el trabajo conjunto para extender esta práctica en los establecimientos educativos, con el objetivo de aumentar la diversidad de alimentos frescos que se utilizan en los comedores escolares, y fomentando en los estudiantes la adopción de hábitos alimentarios saludables.
Asimismo, la funcionaria manifestó que se busca incentivar la instalación de invernaderos en las regiones Puna y Quebrada y de huertas en Valles y Yungas, con la correspondiente capacitación. También anunció se pondrá en marcha una prueba piloto de armados de lombricarios para la obtención de abono y fertilizante orgánico.
En referencia al tema, el ingeniero Daniel Lamberti, de la agencia Perico del INTA, precisó que “fue una reunión para ajustar detalles de coordinación de tareas y esfuerzo para este año 2018, entre esta Secretaría con el INTA, sobre todo con el programa Pro Huerta, para asistir técnicamente y promover el hábito de hacer huertas y apoyar mejor a la gente que tiene la iniciativa de comenzar con su producción”, y agregó que “en general trabajamos con toda la población que quiera armar su huerta”.
Por último, el ingeniero Jorge Chauque, representante de la agencia La Quiaca del INTA, remarcó que se enseña e impulsa la utilización de tecnologías de producción sustentables, y en las escuelas se generan espacios de intercambio de conocimientos, sobre todo aquellos ancestrales como los bioindicadores, que es observar a la naturaleza para obtener información sobre el comportamiento del clima, y así lograr mejores resultados en las cosechas.