La Hidromiel es un producto que puede realizar el apicultor a través de un procedimiento sencillo de realizar y que le permitiría agregar valor a su producción.
Se trata de una bebida alcohólica con una concentración que varía del 10 % al 15 % y que se obtiene a partir de la fermentación de una mezcla de agua y miel. Se considera que es la primera de las bebidas alcohólicas que consumió el hombre y se cree es precursora de la cerveza.
La hidromiel puede consumirse directamente, aunque expertos aseguran que “es la bebida ideal para cocinar”. De hecho, los cocineros lo usan mucho en Argentina y otros países.
Carlos Dimitruk, presidente de la Asociación de Apicultores de Ibarreta (Formosa) sostuvo que “la hidromiel es un producto elaborado con 30 % de miel y 70 % de agua, el proceso es hervirlo un tiempo, enfriar, inocular levadura”, indicó, y aclaró que por lo general no se le agregan conservantes. “Este proceso lleva un mes de fermentación primaria, al que siguen entre seis a ocho meses de fermentación secundaria. Luego se clarifica el líquido, se envasa y está listo para la venta”, afirmó Dimitruk.
La Asociación de Apicultores de Ibarreta es una organización de 35 pequeños apicultores caracterizados por un producto estrella, la hidromiel. Desde esa agrupación, sus integrantes sostienen una vinculación estratégica con los extensionistas del INTA Ibarreta desde el inicio de sus actividades, hace ya 27 años. En conjunto, realizaron distintas capacitaciones y aprendieron a fortalecerse como grupo.
Para Dimitruk, “la hidromiel es el agregado de valor por excelencia en los productos de la colmena” y añadió que “elaborar estos productos produce mucha mano de obra con las personas del pueblo y eso genera desarrollo local”.
Actualmente la comercialización y mercado están en un proceso de desarrollo ya que es una actividad innovadora, la cual requiere trabajo. Productores de hidromiel comentaron que el mercado más beneficioso para ellos son las ferias de productores.
Receta casera de hidromiel
o 1 litro y medio de agua
o 500 gramos de miel (se recomienda utilizar miel pura para una mejor calidad)
o 1 gramo de levadura
Elaboración
Se calienta el agua en una olla y se va añadiendo la miel, poco a poco removiendo sin parar con el objetivo de crear una pasta homogénea similar al jarabe.
Alcanzado el punto de ebullición, se retira del fuego. Se puede eliminar la espuma que ha quedado en la superficie y posteriormente dejar que se enfríe antes de añadir la levadura.
Para realizar el proceso de fermentación se vierte la mezcla de agua y miel en una botella de cristal o de plástico y se añade la levadura.
Para que se eliminen los gases procedentes de la fermentación hay que realizar lo siguiente:
De la botella tiene que salir una pequeña manguera que vaya a otra donde pondremos un poco de agua. Una opción es tapar ambas botellas con un corcho y hacer un en él un pequeño agujero para introducir las puntas de la manguera. El objetivo es que no entre aire del exterior, pero que el recipiente donde se lleva a cabo la fermentación tenga una forma de eliminar esos gases.
Se deja reposar tres semanas aproximadamente, obteniendo finalmente hidromiel.