Anoche, la Cámara de Diputados de Entre Ríos derogó la Ley de la Madera, que impide la venta de rollizos de madera, en medio de una fuerte protesta del sector ambientalista provincial.
La iniciativa fue impulsada por el gobernador, Gustavo Bordet, y obtuvo el apoyo de casi todos los legisladores, excepto de Leticia Angerosa y Sergio Kneteeman, de Gualeguaychú.
Según Bordet, al mantener esa ley “Entre Ríos pierde la posibilidad de sembrar eucaliptus y de recuperar también un rol importante dentro de la matriz productiva provincial y nacional”, y aseguró que él “pelea para que se abran las exportaciones de cítricos a los Estados Unidos y Brasil”, mientras que “por otro lado tiene un artículo que prohíbe exportaciones”.
“Somos los más interesados en conservar los recursos naturales”, dijo Bordet. Y recordó que la norma salió en marzo de 2007 por la instalación en Fray Bentos de UPM ex Botnia. “Fue en pleno conflicto por las pasteras y fue hecha a medida de la demanda de los ambientalistas de Gualeguaychú en un momento especial, con un puente cortado, pero después los dos países se sometieron al Tribunal de La Haya y hubo un laudo; nos puede gustar o no, pero no se puede desconocer”, remarcó.
Por su parte, vecinos de Gualeguaychú nucleaos en la Asamblea Ambiental mostraron pancartas y realizaron cánticos alusivos a la defensa del medio ambiente.
Cabe recordar que Ley de la Madera prohíbe “la venta y/o salida de rollizos y chips destinada a la exportación como materia prima para empresas fabricantes de pasta celulósica que generan residuos contaminantes, lesiona los derechos de los ciudadanos entrerrianos consagrados en los artículos 41 de la Constitución Nacional y 5 de la Constitución Provincial”.
En tanto, la derogación contemplaba un plan foresto industrial, del cual aún no hubo novedades.
