En el marco de la agenda de reformas que el presidente Mauricio Macri presentó ayer en el CCK, el Gobierno Nacional y los representantes de las empresas de la industria lechera junto con el sindicato del sector firmaron un nuevo convenio laboral para reducir costos e impulsar la producción y el empleo.
Se trata de un acuerdo entre los ministerios de Producción, de Trabajo y de Agroindustria con el Centro de la Industria Lechera (CIL) y la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL) y la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), en medio de la fuerte crisis que afronta la actividad desde hace ya varios años, tanto por la caída del precio internacional como por las inundaciones, la suba de costos y los problemas financieros de las grandes firmas, como es el caso de SanCor.
Los ítems que se reformarán
En primer lugar, las cámaras empresarias y el sindicato trabajarán en la capacitación de los trabajadores, por lo que conformarán un programa de actividades para mejorar las habilidades de los empleados y modernizar las tareas, con la incorporación de nueva tecnología.
Como segundo punto, se establecerá un nuevo esquema de premios por presentismo y puntualidad. Se introducirá el principio de “multifuncionalidad”, con el fin de lograr mayor competitividad y posibilitar el desarrollo de los trabajadores. También se permitirá incorporar empleados por plazo fijo, lo que significa aquellos para necesidades productivas acotadas en el tiempo, y se creará la figura de trabajadores a tiempo parcial, solamente los sábados, domingos y feriados.
Por último, se excluirán del convenio las actividades que no se correspondan con las normales, específicas y propias del sector. Y se asumirá el compromiso de modernizar las categorías y el escalafón, por lo que se abrirá una instancia de negociación para adecuar las categorías, acorde a la nueva tecnología y nuevos procesos industriales.
Como antecedente, cabe recordar que el pasado 5 de mayo se firmó un acuerdo para reducir sustancialmente los montos del aporte extraordinario que realizan las empresas al sindicato por trabajador por mes: para empresas Pymes (de hasta 70 trabajadores) la suma quedó en $750 y para las grandes se fijó en $1.500. Originalmente los aportes eran de $3.700 para todas las empresas, sin distinción entre grandes y pymes.
Las modificaciones se dan después de casi 30 años, dado que el marco normativo databa de 1988.
Un sector muy relevante en la economía
La industria láctea es vital para el desarrollo productivo de las provincias de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Buenos Aires y para la salud y alimentación de toda la población argentina. “Estas cuatro provincias centralizan el 96% de los establecimientos tamberos, el 96% del ganado lechero y contribuyen con el 97% de la producción láctea nacional”, remarcó el Ministerio de Agroindustria en un comunicado oficial, donde estimó además que la cadena láctea está conformada por más de 35.800 mil trabajadores.
Por su parte, Jorge Triaca consideró que el acuerdo se trató de “un paso importante para impulsar toda la potencialidad que tiene el sector, trabajando en conjunto con el foco puesto en producir más y mejor. Se llegó al consenso necesario para establecer las prioridades para generar más posibilidades para el sector y crear nuevos puestos de trabajo”.
“Debemos celebrar la firma de este convenio ya que significa un verdadero logro luego de casi 30 años que no se abre la discusión de un convenio colectivo. Esto significa mayor previsibilidad y reglas claras que permitan aprovechar las oportunidades que da el mercado y proyectar a largo plazo para en todos los eslabones de la cadena”, expresó el ministro Ricardo Buryaile.
En tanto, para Francisco Cabrera “este acuerdo se logró con el trabajo coordinado con la industria, tanto con las empresas PyMEs como con las grandes, y el sindicato. Es muy importante haber logrado avanzar en un sector que estuvo paralizado y que hoy empieza a dar pasos para avanzar en conservar el empleo y multiplicar sus posibilidades de crecer. Es un paso más dentro de muchos que se están dando para que la industria argentina sea más competitiva. Creemos que en el mediano plazo será un factor de mejora en la competencia del sector”.