Con una superficie de siembra de casi 400.000 hectáreas y una cadena de valor que es ejemplo a nivel nacional, el cultivo de maní sigue creciendo año tras año.
La tecnología ha acompañado este crecimiento, y son muchas las empresas que invierten en investigación para ofrecer al productor herramientas que mejoren el control de enfermedades, la nutrición del cultivo y finalmente el rendimiento.
La aplicación de inoculantes ya sea en el surco de siembra o directamente sobre la semilla, permite aportar al cultivo un elevado porcentaje del nitrógeno requerido.
Los resultados avalan la efectividad de esta práctica, lo que a veces no acompaña al productor en su decisión de incorporar esta tecnología, es la practicidad de uso.
Por esta razón, desde hace 4 campañas Nitrasoil -quien asumió hace más de 13 años el compromiso de acercar al productor manisero la mejor tecnología- desarrolló su Preinoculado para maní, un producto especialmente formulado para la inoculación anticipada y el tratamiento simultáneo con fungicidas y polímeros.
A partir de los ensayos de campo realizados, se pudo concluir que el tratamiento anticipado de la semilla con Nitrasoil Preinoculado, logró un aumento de rendimiento sobre el testigo sin inocular del 11% en campos con historia de maní, sin diferencias significativas respecto al inoculante aplicado al momento de la siembra.
La preinoculación de semillas que ya es una práctica habitual en cultivos como la soja, reúne principalmente dos ventajas para el productor; por un lado la practicidad de llegar al campo con una semilla lista para sembrar y por otro, permite una mejor aplicación de los productos, ahorrando insumos y garantizando un tratamiento uniforme.
Por Emilia Monteleone
Microbióloga del Departamento de Investigación y Desarrollo de Nitrasoil
