La lechería bubalina parece ir más allá y se propone extender la zona de producción por fuera de la región pampeana. Al menos así lo señaló Carlos Cañameras Garrido, experto del sector Lácteos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), y que trabaja junto a un equipo de profesionales en la elaboración de productos diferenciados.
Es que la leche de búfala registra menores costos que la de vaca, ya que se trata de una especie que se adapta a distintos territorios y posee más proteínas, calcio y ácidos grasos.
“La búfala vive en estado silvestre, se adapta a lugares en los cuales la vaca moriría, temperaturas tropicales, subtropicales y también frías”, contó Cañameras Garrido en declaraciones a Télam Radio, y aseguró que la producción puede realizarse en lugares como “los Bajos Submeridionales de Santa Fe, el pre-Delta entrerriano, las costas del río Paraná y Uruguay, los Esteros correntinos y la cuenca del Salado”.
Asimismo, Cañameras Garrido indicó que los derivados como los quesos, el yogurt y la ricota “no sólo son ricos en grasas y proteínas, sino que se le suma la disminución del colesterol y los triglicéridos”.
“Argentina podría llegar a superar hoy los 4 millones de animales, no estabulados en confinamiento como lo tienen los italianos, pero en libertad, en pastura natural”, afirmó, al tiempo que remarcó que “gracias a las condiciones territoriales, los recursos humanos de experiencia, las posibilidades de bajo costo y el enorme potencial argentino, la producción de leche de búfala y sus derivados se encuentran en pleno crecimiento”.
Por último, el experto contó que “el INTI está en constante capacitación de los productores”.
