Las expectativas crecen cada vez más para los arándanos, gracias a las buenas condiciones productivas de los campos y un invierno que acompañó con temperaturas adecuadas.
Así lo señaló la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (APAMA), que en medio de la cosecha estimó que se alcanzarán alrededor de 8.000 toneladas en el mercado de frescos que, de acuerdo a como estén los precios, se derivarán en el 90% para mercados de exportación.
“Los campos están muy bien, el potencial lo tenemos. El año pasado el invierno nos demoró la producción a la primavera, pero hoy las variedades están más adelantadas”, indicó Alejandro Pannunzio, presidente de APAMA. “Los productores están con altas expectativas, los niveles de contratación de mano de obra están igual o mayor respecto del año anterior a esta época, y aspiramos a que los puestos de trabajo sean mayores respecto de la temporada pasada”, agregó.
De sostenerse las condiciones climáticas y de mercados, en la Mesopotamia la cosecha se extendería durante los meses de septiembre, octubre y noviembre.
“Hay optimismo en el sector porque bajaron algunos costos, como de algunos insumos, y nos han quitado las retenciones, además de que se nos devuelve más pronto el IVA y los derechos de exportación, lo que nos habilita un margen más holgado para invertir y estar al día con los costos”, detalló Pannunzio.
Sumando a las acciones de gobierno que favorecieron a la producción de arándanos, el dirigente también señaló que en materia de apoyo estatal se ha avanzando en una muy buena tarea conjunta con el SENASA.
“Si logramos sostener este trabajo articulado con el Estado, vamos a poder avanzar y superar las adversidades que nos dejó la cosecha anterior”, concluyó.