La expresidenta argentina y actual precandidata a senadora nacional por Unidad Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner, visitó un tambo en la ciudad bonaerense de Lincoln y desató una catarata de críticas a través de las redes sociales por parte de los productores agropecuarios.
Es que durante su gobierno el campo fue considerado un “enemigo” y más de 5.000 tambos quedaron fuera de juego a lo largo de las gestiones kirchneristas. Ahora, en campaña, Fernández sale a criticar al gobierno de Mauricio Macri por las políticas desacertadas para el sector lechero, y hasta se anima a visitar por primera vez un tambo. Argumentos no le faltan ya que según el Observatorio de la Cadena Láctea, durante 2016, desaparecieron entre 500 y 600 tambos. Las cosas no parecen haber cambiado.
La precandidata llegó a Lincoln a través de Ider Peretti y estuvo en el establecimiento de un sobrino del exintendente Jorge Fernández. Allí, los productores le explicaron que “la devaluación provocó un fuerte aumento del alimento para los animales, bajando considerablemente el margen de rentabilidad” y le informaron que se habían cerrado algunos tambos en la región, de acuerdo al equipo de campaña de Cristina Fernández. En un comunicado, indicaron que el aumento del gasoil y las tarifas eléctricas impactaron de lleno en el funcionamiento de los tambos y que los costos se incrementaron “300 por ciento desde la devaluación de diciembre de 2015”.
En la oportunidad, el presidente de la Sociedad Rural de Lincoln le explicó a la candidata que así como “subió el precio de la leche, subieron muchos los costos, el gasoil, los impuestos, las cargas sociales”.