A través de la resolución 169-E/2017, publicada hoy en el Boletín Oficial, el Ministerio de Agroindustria de la Nación creó el Observatorio Nacional de Suelos Agropecuarios para sistematizar y ordenar la información recabada y a recabar, de forma tal que permita la toma de decisiones y la generación de políticas públicas dirigidas a la conservación de los suelos y la mejora de la productividad.
En el expediente, Agroindustria señaló que es obligación del Estado “procurar que el uso y manejo de los mismos se lleve a cabo sin comprometer sus propiedades básicas, estimulando y posibilitando la aplicación de adecuadas técnicas de manejo y conservación, de manera de asegurar el derecho de las generaciones futuras a hacer uso de tal recurso”.
Según el texto de la normativa, el objetivo es “implementar un sistema de monitoreo para relevar información referente a parámetros del estado de salud de suelos a nivel nacional; proveer información al Ministerio de Agroindustria y otros organismos de gobierno, nacionales o provinciales, para la formulación de políticas públicas; generar un sistema de gestión en red de datos de suelos, alimentado por la información obtenida en relevamientos de campo, en cada uno de los observatorios regionales y realizar recomendaciones técnicas para la generación de políticas de intervención relacionada a la conservación, restauración y manejo sostenible de los suelos”.
Para el proyecto, se destinaron $3,1 millones que se utilizarán para “desarrollar la metodología para el monitoreo a campo y digital del estado de los suelos agropecuarios según regiones del país determinadas en función a las características biofísicas de los suelos y las funciones del ecosistema que estos proveen y sostienen ante el cambio climático”, así como también para “definir los indicadores y umbrales de referencia, críticos e indicativos del estado de los suelos agropecuarios a ser medidos en cada región”.
Asimismo, se apuntará a “elaborar y actualizar cartografía de suelos, mapas temáticos, funcionales y de sistemas utilitarios y diagnósticos regionales sobre el estado de los suelos”, y a “analizar los efectos de las diferentes prácticas agronómicas sobre la conservación de los suelos agropecuarios”.
Por último, la ley remarcó la necesidad de “articular los sistemas de información de suelos existentes con las nuevas bases de datos que genere el observatorio, proveyendo de información relativa al estado de los suelos” y de “apoyar a las jurisdicciones provinciales para el desarrollo de sus propios mecanismos de fiscalización”.