El consumo de aceites vegetales con alto contenido de ácidos grasos insaturados ha venido creciendo a nivel mundial ya que la población cada vez más, busca alimentos que contribuyan al cuidado de su salud. Los aceites de girasol, tanto el oleico como el linoleico, poseen un alto porcentaje de ese tipo de ácidos grasos, monoinsaturatos y polinsaturados, ambos adecuados para la alimentación humana.
La diferente composición entre los distintos ácidos grasos oleico, linoleico, esteárico y palmítico que posee el grano de girasol, hace que se clasifiquen los híbridos en Alto Oleico, Linoleico o Medio Oleico, siendo el primero el que mayor proporción de ácido graso oleico posee, superando el 80%; en cambio los híbridos linoleicos tienen una composición inversa, siendo mayor la proporción de ácido linoleico y menor al 39,4% de ácido oleico.
Algunos factores climáticos, como ser la temperatura mínima nocturna elevada en postfloración, influyen marcadamente en la concentración de ácidos grasos oleicos. Por eso, en la región norte de nuestro país un mismo híbrido alto oleico (HO) va a expresar un mayor porcentaje de ácido graso oleico que en la región girasolera sur. En los híbridos linoleicos este efecto se expresa en mayor medida, pudiéndose en algunos casos superar el límite de 39,4% de ácido graso oleico en su composición, por lo que no tipificaría como linoleico o convencional. Esta característica de la región norte (temperaturas mínimas nocturnas altas) se debe tener en cuenta a la hora de elegir un híbrido linoleico, para que su genética asegure los parámetros de ácido graso oleico requerido por el mercado.
“Cuando de comercialización se trata es fundamental conocer los usos de cada uno de ellos para poder interpretar la necesidad de una trazabilidad a la hora de la logística a diferentes mercados e industrias. Los aceites del tipo alto oleico, son preferidos por algunos sectores de la industria alimenticia, como por ejemplo las cadenas de restaurantes y comidas rápidas, debido a que su baja insaturación causa menor auto oxidación y por ende mayor estabilidad frente a las altas temperaturas de 180 grados por períodos prolongados. No obstante, otro tipo de industria, como por ejemplo la de elaboración de mayonesas, no utiliza este tipo de aceites por no lograr una adecuada consistencia”, dijeron los especialistas de Advanta.
En cambio los aceites linoleicos, con menor concentración de ácidos graso oleicos (menor al 39,4%) son utilizados principalmente para uso doméstico como aderezos y en la industria de mayonesas entre otras.
Si bien ambos son aceites producidos por un mismo cultivo, no son los mismos híbridos los que lo producen, ni poseen los mismos usos.
“La Asociación Argentina de Girasol recomienda no mezclar girasol convencional o linoleico con girasol alto oleico, pues al momento de comercializar, la mezcla podría ser rechazada. Protejamos nuestro girasol para que los compradores del exterior confíen en la calidad de nuestros productos que ellos tanto necesitan y valoran”, remarcó el ingeniero Carlos Feoli, director de ASAGIR.
“Desde Advanta se viene trabajando en el mejoramiento genético de girasol desde hace más de 40 años, y esta diversidad de germoplasma permite una eficiente selección a la hora de brindar al mercado híbridos oleicos o híbridos linoleicos. Sumado a ello el departamento de desarrollo junto al departamento de investigación, realizaron ensayos para conocer la estabilidad de los híbridos de Advanta en cuanto a su composición acídica a lo largo de todas las regiones productivas de girasol, como ser el NEA, norte de Santa Fe, sur, centro y oeste de Buenos Aires y La Pampa”, señaló la empresa.
El objetivo de este tipo de muestreo y evaluación fue recopilar no solamente los datos de rendimiento en kilos y materia grasa de cada híbrido, sino también evaluar la composición de todos los tipos de ácidos grasos oleico, linoleico, esteárico y palmítico que posee cada material, y así confirmar que a pesar de los diferentes ambientes y condiciones climáticas, los parámetros de cada ácido graso se respetaron en los distintos tipos de híbridos alto oleico (HO), como en los linoleicos o convencionales de todo el portafolio de la compañía.
“Esto es un logro del mejoramiento genético muy importante. Poder brindarle al productor un paquete de productos que poseen excelente potencial de rendimiento, muy completo paquete sanitario y principalmente un muy buen rendimiento en materia grasa con las correctas proporciones de cada ácido graso según su clasificación”, dijo el ingeniero Roberto Reid, responsable del programa de girasol de Advanta Semillas.