El Ministerio de Agroindustria le otorgará $ 540 millones al sector frutícola del Alto Valle, que se dividirá a su vez en $ 240 millones para el Plan Sanitario y $ 300 millones para financiar a productores que no son sujetos de créditos bancarios a través del Fondo Nacional de Agroindustria (Fondagro).
La decisión se tomó luego de una reunión en la que participaron el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile; la jefatura de Gabinete, los ministerios de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Producción, Desarrollo Social y Ciencia, Tecnología e Innovación; las provincias de Río Negro y Neuquén, el sector privado, miembros del Senasa, INTA, AFIP, Banco Nación, Banco BICE, sindicatos y cámaras de la actividad.
Durante el encuentro, se consensuaron medidas para avanzar de manera conjunta en una solución frutícola para la Patagonia, que arrastra una fuerte crisis por la caída de la rentabilidad y los altos costos que enfrentan las economías regionales.
Según expresó un comunicado oficial, ayer cada representante del sector “transmitió que la cadena de peras y manzanas atraviesa una coyuntura difícil luego de muchos años de resultados negativos, pero mantiene un gran potencial a futuro”. “En este sentido, el Estado Nacional está ofreciendo herramientas de apoyo y avanzar en un trabajo en mesas sectoriales para resolver la problemática de hoy y reinsertar al sector en un camino de crecimiento”, remarcó Agroindustria.
En cuanto al Plan Sanitario, se presentó el proyecto para la lucha contra la Carpocapsa (Cydia pomonella), que incluye la erradicación de montes abandonados, la utilización de trampas de confusión sexual y control químico para productores de acuerdo a la cantidad de hectáreas.
Asimismo, se hizo hincapié en la Ley de Emergencia para las cadenas, por lo que el Ministerio se comprometió a trabajar “en la mayor brevedad posible” para su reglamentación, en tanto que Trabajo garantizó que pondrá a disposición el Programa de Recuperación Productiva (REPRO).
Por su parte, Ministerio de Desarrollo Social, a través del Programa Arraigo, con la coordinación de la Secretaría de Agricultura Familiar y Desarrollo Territorial y técnicos del INTA, señaló que avanzará “en asistencia directa a pequeños y medianos productores para que puedan tomar mejores decisiones y reinsertarlos en una actividad sustentable”. “La herramienta incluye un aporte de $4.500 por mes y por cada productor que cuente con menos de 10 hectáreas. En este sentido, en esta etapa diagnóstica se está analizando en el armado de 60 grupos de 35 productores cada uno”, detallaron.
En relación a las herramientas de crédito y financiación, el Banco BICE refirió a un fondo disponible de $300 millones, y al igual que Banco Nación, aseguró que está trabajando en una línea específica para fondear a la fruticultura, que estaría disponible a partir de julio.
Paralelamente, se prevé la construcción de un banco genético, un proyecto del que participará el MinCyt con recursos del Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR).
“Agradezco la presencia de todos los integrantes de las cadenas porque esta es una manera de seguir trabajando de manera conjunta en las problemáticas que veníamos revisando con los actores por separado: sanitaria, impositiva, productiva, laboral y de financiamiento”, expresó Buryaile.