“Al momento de realizar la siembra del cultivo de trigo es importante que el mismo se establezca en un lote libre de malezas que podrían, en caso contrario, condicionar su emergencia. Asimismo, liberarse de las malezas permite acumular agua y nutrientes destinados al cultivo que, de otra manera, estarían siendo consumidas por estas. El barbecho constituye el período que transcurre entre la cosecha de un cultivo y la siembra del siguiente, y en este período es importante detectar cuáles son las malezas presentes a fin de controlarlas”, indicó la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe).
El antecesor del cultivo define el inicio del período de barbecho. De esta manera, en el caso de antecesores de maíz, sorgo o girasol, el mismo puede iniciarse en febrero-marzo en el caso de siembras tempranas de los antecesores. En el caso de siembras tardías o dependiendo del ciclo del cultivo (largo o corto) en el caso del cultivo de soja, el barbecho puede comenzar en abril-mayo, lo mismo que un maíz tardío.
“Existen dos momentos de control de adversidades, en especial malezas, al momento de establecerse el cultivo de trigo, el primero lo constituye los controles “pre-emergencia” es decir, aquellos realizados previo a la emergencia del cultivo. En estos casos se recomienda la utilización de un herbicida “no selectivo” a fin de controlar la mayor cantidad de malezas presentes, junto con un producto residual el cual permitirá extender el período de control del producto, impidiendo la emergencia de nuevas malezas. En los casos donde se utilicen productos residuales es importante tener en cuenta que el mismo no genere daños en el cultivo a sembrar. En estos casos se deberá tener en cuenta el período de residualidad del mismo, indicado en la etiqueta del envase, a fin de sembrar el cultivo de trigo luego de este período”, señaló la Cámara.
Por otro lado, una vez sembrado y emergido el cultivo de trigo, pueden realizarse controles “post-emergencia” donde se deberán detectar cuáles son las malezas presentes e identificar junto con la ayuda de un Ingeniero Agrónomo, el producto adecuado para lograr el control de las mismas sin que afecte al cultivo establecido.
“Algunas de las malezas más comunes en el barbecho del cultivo de trigo son: bolsa de pastor, capiquí, cardos, pasto de invierno, raigrás, avena, cebadilla, achicoria y rama negra entre otras”, asegura Casafe.
Las etiquetas de los productos fitosanitarios nos permiten conocer el modo de acción del producto que vamos a utilizar así como el momento y la forma adecuada para su aplicación. Indicando para que cultivo se encuentra registrado su uso, las malezas que controla y las dosis recomendadas para su utilización.
En todos los casos donde se realicen aplicaciones con productos fitosanitarios, es indispensable utilizar el Equipo de Protección Personal y controlar las condiciones ambientales, a fin de que las mismas sean las correctas para realizar una aplicación.
“Realizar un correcto control de las malezas permitirá que el cultivo se establezca adecuadamente, en un lote sin competencia y con la correcta disponibilidad de agua y nutrientes. Punto de partida para alcanzar buenos rendimientos en nuestro cultivo”, finalizó la Cámara.